Tengo la llave
La noticia habla de mí, y me hace ilusión. No habla de mí con nombre y apellidos, sino metido en un grupo. Las estadísticas tienen ese inconveniente. O una ventaja, según cómo lo mires.
La noticia habla de mí, y me hace ilusión. No habla de mí con nombre y apellidos, sino metido en un grupo. Las estadísticas tienen ese inconveniente. O una ventaja, según cómo lo mires.
La noticia habla de mí, y me hace ilusión. No habla de mí con nombre y apellidos, sino metido en un grupo. Las estadísticas tienen ese inconveniente. O una ventaja, según cómo lo mires. Estás entre la multitud y no se te ve. Pero te dicen que tienes la llave. Tú. Y te sientes importante.
La noticia dice que tengo la llave de la gobernabilidad de 13 Comunidades Autonómicas, de Ceuta y Melilla, de todos los Ayuntamientos (en mi caso, del mío, concretamente) y de más organismos españoles. Añade que un 30-45% de los electores no sabemos a quién votar y que ese día, que es cuando nos decidiremos, muchos se van a quedar de piedra. Porque tenemos la llave.
Supongo que ese 30-45% no será homogéneo en todos los sitios donde hay que votar. Una cosa es que no vote el 45% en Madrid y otra que no vote el 45% en el Valle de Arán, donde si no vota el 45% y el restante 55% madruga, los pobres que estén en las mesas electorales se van a aburrir soberanamente.
Bueno, de un modo o de otro, tengo la llave. Y me pongo a estudiar rápidamente, porque el 24 es el próximo domingo y, por ahora, nadie me ha ofrecido mucho.
Estoy hecho un lío. Un lío responsable. Los encuestadores me dicen que todo depende de mí y, por otra parte, los chicos de los partidos me ofrecen muy pocas cosas, casi ninguna seria.
Menos mal que, en la revista Time hay un artículo en el que me explican las razones por las que los encuestadores han fallado en el Reino Unido, en Escocia y en Israel.Por esas cosas que pasan, esto aparece en el ejemplar fechado en 25 de Mayo, quedescargué ayer, día 18, en mi iPad. Como uno es mayor, me acordé de “Sucedió mañana”, una película de 1944 en la que el protagonista leía el periódico del día siguiente. Pero el artículo de Time no me da ninguna pista de lo que sucederá el 24.
En resumen, que aquí me tenéis, sin saber qué hacer, porque las encuestas me dicen que soy el responsable, pero, por otro lado, no sé si los encuestadores son los mismos del Reino Unido, Israel y Escocia.
Con lo cual, no sé si tener en cuenta lo de que tengo la llave. Por si acaso, voy a estudiar las propuestas serias (¡?) que me están ofreciendo los políticos, y sus declaraciones sensatas (¡?).
Y así, después de unos días de intenso trabajo, entre la duda que tengo sobre unos y la duda que tengo sobre los otros, el 24 iré a votar y, a la vuelta, me miraré en un espejo y me diré: “Leopoldo, eres un tío responsable”.