11 tareas inteligentes para después de las elecciones
1. Pegarle fuego a todos los periódicos del día, ofreciendo al Gran Espíritu de la Montaña la Sagrada Hoguera del Sectarismo Mediático.
1. Pegarle fuego a todos los periódicos del día, ofreciendo al Gran Espíritu de la Montaña la Sagrada Hoguera del Sectarismo Mediático.
1. Pegarle fuego a todos los periódicos del día, ofreciendo al Gran Espíritu de la Montaña la Sagrada Hoguera del Sectarismo Mediático.
2. Ayudar a alguna viejecita reaccionaria a cruzar la calle (las viejecitas progresistas están todas en los mercadillos blandiendo pancartas de colores)
3. Entonar “The Weight” conduciendo con las ventanillas bajadas mientras suena la versión de los Staples Singers de 1968
4. Recuperar la amistad de algún compañero de clase al que los ciudadanos (con señorial sensatez) hayan enviado al paro después de dos legislaturas chupando del bote en la Diputación.
5. Leer Finnegan’s Wake de una puta vez.
6. Dar a Monedero el beneficio de la duda después de que el tipo haya conseguido que toda España albergue lúgubres dudas sobre sus beneficios.
7. Aún sonreír, aún soñar, aún llorar hermosas lágrimas de libertad.
8. Salir a merendar y pedir un bocadillo Montesquieu: explicarle al camerero cómo el poder legislativo y el ejecutivo pueden conjuntarse para mejor comerse lonchas de poder judicial con aceite y tomate.
9. Desear el verdadero Amor en los Tiempos de Pactos, con grandes barcazas entre las azaleas perfumadas, parlamentos incendiados, vagabundos sureños memorables, candidatas de hermosos hombros tocados por la luz de la luna, etc.
10. Ver que “poder” no es un infinitivo, sino un sustantivo que tiende al infinito; verlo en un rapto de claridad sanadora, en lo que E.E.Cummings llamaba “la eléctrica certeza”.
11. Parafrasear a Vujadin Boskov cuando algún pesado nos pregunte nuestra opinión sobre los resultados electorales, respondiendo con tono puñetero/juguetón: “democrazzia es democrazzia”.