¿Cómo salimos de esta?
Todos quieren imponer las condiciones de las minorías a las mayorías, de alguna manera trufando el resultado de las elecciones que han tenido lugar la semana pasada.
Todos quieren imponer las condiciones de las minorías a las mayorías, de alguna manera trufando el resultado de las elecciones que han tenido lugar la semana pasada.
Me está resultando curioso ver los primeros pasos de los partidos emergentes en estos primeros días después de las elecciones, dónde con más miedo que vergüenza se están empezando a dejar querer.
Todos quieren imponer las condiciones de las minorías a las mayorías, de alguna manera trufando el resultado de las elecciones que han tenido lugar la semana pasada.
Iglesias habla de modestia, pero el chico parece nacido en el mismo centro de Bilbao. Sánchez a pesar de su batacazo está loco por pisar moqueta, y están ambos intentando generar un nuevo PP, es decir, Podemos-PSOE. No sé yo si con tanto afán de protagonismo van a caber tanto gallo en un mismo corral.
El PSOE, con la herencia que dejó podría tener un poco más de sentido de la responsabilidad. Sanchez ya se estrenó muy mal en las elecciones europeas, y parece que tras las elecciones municipales va camino de volver a meter la pata.
Albert Rivera, por su parte también se está dejando querer, pero sin los alardes de los mochileros de izquierdas. Rivera tiene la oportunidad de su vida de consolidarse o morir de éxito. Ha tenido sentido de la responsabilidad en Cataluña, que es la cueva de “Ali baba y los cuarenta ladrones”, y ahora su “seny” es más necesario que nunca.
Y el Partido Popular de Mariano Rajoy es la esperanza pérdida o el desencanto. Han hecho las cuestiones más difíciles muy bien, como la sucesión en la Jefatura del Estado o resolver la crisis económica. Para eso no le ha temblado el pulso y lo ha hecho mejor que nadie lo hubiera hecho. Templanza y serenidad.
Ahora, tras lo acontecido el pasado fin de semana, más de la mitad de la población nos sentimos desamparados porque no sabemos si al PSOE le va a entrar un ápice de cordura y si el PP va ha dejar de ser ese partido rancio, y en cierto modo, soberbio que ha sido de un tiempo a esta parte.
El PP no ha cumplido su programa electoral en parte porque no han podido, pero también porque no han querido. Los casos de corrupción, el despropósito fiscal y las batallitas internas les ha pasado una factura enorme.
No se trata de cambiar todo como hace Florentino Perez con “su Real Madrid”, que cambia todo para que no cambie nada.
Dicho todo esto, como “españolito de a pie”, ¿quién no saca de esta?. El panorama es bastante desolador.