La verdad de Diosdado
La actual asociación de Diosdado con el llamado «Cartel de los Soles» y en general con el narcotráfico internacional, hasta ahora no ha sido probada por nadie más allá de afirmaciones de pruebas que no se muestran, sin embargo, considero que todo venezolano debe ser investigado cuando así se requiera.
La actual asociación de Diosdado con el llamado «Cartel de los Soles» y en general con el narcotráfico internacional, hasta ahora no ha sido probada por nadie más allá de afirmaciones de pruebas que no se muestran, sin embargo, considero que todo venezolano debe ser investigado cuando así se requiera.
Después de la muerte del Presidente Chávez, Venezuela entra en una aguda atomización del liderazgo político, y tanto gobierno como oposición viven una forzosa recomposición de sus fuerzas, que aún en marcha, incluso cuestiona la polarización a la que ha estado sometida en los últimos 16 años.
En el marco de esta atomización, la ausencia de un liderazgo fuerte por parte del Presidente Maduro hace que se fortalezca una segunda figura que a pesar de su alto rechazo a nivel de la opinión pública, la amplia concentración de poder, iniciada desde el gobierno del fallecido Presidente Chávez, hace difícil que el hoy Presidente Maduro pueda reconcentrar el poder institucional y económico, ya que aunque en menor medida, su propia impopularidad dificulta esta intención.
Diosdado Cabello ha acumulado, producto del rol que ha asumido o que le han asignado dentro del proceso revolucionario, enemistades peligrosas, entre las que se encuentran de manera muy clara las de una serie de dueños de medios de comunicación en Venezuela y el Mundo.
La actual asociación de Diosdado con el llamado «Cartel de los Soles» y en general con el narcotráfico internacional, hasta ahora no ha sido probada por nadie más allá de afirmaciones de pruebas que no se muestran, sin embargo, considero que todo venezolano debe ser investigado cuando así se requiera, ya que no puede existir intocables para la justicia, y aún menos si es en un país cuyo gobierno afirma estar construyendo el socialismo.
Sin embargo, lo peligroso de la presión actual de dueños de medios y factores externos a la justicia venezolana es el llamado a una justicia internacional sumaria, que juzga y castiga, sin derecho a la defensa, con complicidad del gobierno y la justicia estadounidense, que extralimita los conceptos de soberanía.
La pasividad cómplice de la justicia venezolana, y la solidaridad automática e irresponsable de este poder, sumado a la clara intencionalidad extrajudicial del gobierno estadounidense y de los dueños de medios nacionales e internacionales vinculados al caso, hace que la verdad de Diosdado sea una terrible zona gris, que pareciera favorecer a muchos más de los que podemos percibir inicialmente, pero al final, siendo verdad o mentira, hace un flaco favor a la revolución bolivariana y al chavismo, que es el único y verdadero objetivo de todo este caso.
La justicia venezolana debe actuar, investigar y rendir cuenta de los señalamientos que se le formulan a Diosdado, tal como se le aplicaría a cualquier venezolano, y si es culpable o inocente, que se demuestre. Esto será lo único que evitará la injerencia por parte de cualquier factor desestabilizador interno y externo a Venezuela, y al final, así se construirá un verdadero modelo socialista, ejemplo para el mundo.