FIFA, una batalla más contra la legitimación de capitales
Una mujer le puso el cascabel al mundo masculino del fútbol. Loretta Elizabeth Lynch, Secretaria de Justicia de Estados Unidos, es quien ha señalado que la FIFA es corrupta hasta en sus más altas esferas
Una mujer le puso el cascabel al mundo masculino del fútbol. Loretta Elizabeth Lynch, Secretaria de Justicia de Estados Unidos, es quien ha señalado que la FIFA es corrupta hasta en sus más altas esferas
Loretta Elizabeth Lynch, Secretaria de Justicia de Estados Unidos, es quien ha señalado que la FIFA es “corrupta hasta en sus más altas esferas” y que la detención de varios funcionarios trata de evitar fugas o destrucción de pruebas. Una mujer le puso el cascabel al mundo masculino del fútbol.
Entre los extraditables, estarían tres latinoamericanos incluyendo al venezolano Rafael Esquivel, por corrupción, delincuencia organizada y fraude. Esto plantea nuevamente en el sistema internacional el tema del lavado de dinero que en Venezuela conocemos como legitimación de capitales y en otras regiones como money laundering, blanchiment d’argent o riciclaggio del denaro. El reciclaje, blanqueo y lavado de dinero constituyen el mayor delito económico de los tiempos presentes.
Lo último que se esperaba era que sucediera con el rey de los deportes. El fútbol hasta ahora tenía esa dimensión lúdica de armonía y dialogo, a pesar de la confrontación. Cada cuatro años la fiesta del fútbol, convocada por la FIFA, nos recuerda que los estadios se han convertido en las nuevas catedrales con ese espectáculo religioso y multicultural. La televisión, la radio y la prensa permiten su universalización y un dialogo entre culturas y civilizaciones, donde se trata de triunfar pero se acepta la derrota para volver a empezar. Los jugadores tienen leyes claras y normas que se cumplen, con jueces que respetan y se hacen respetar.
Hoy, este fenómeno de masas que parecía incorruptible, con la renuncia de su todopoderoso presidente Joseph Blattler y la prisión de sus más altos directivos, atraviesa la peor crisis de su historia por no respetar la ética y el derecho del deporte.
Como los monstruos de bolsillo (poket monster), los nuevos pokemones del lavado de dinero son difíciles de atrapar, pero tarde o temprano les llega su hora. La transparencia de ahora en adelante debe imponerse a la FIFA para salvar el futuro del fútbol mundial.