MyTO

En busca de Smaug

Como si fuéramos un hobbit de la Media Tierra en busca de un tesoro -¿la verdad?- o simplemente a la gallardía de encontrar a Smaug, que al fin y al cabo, ¿qué podría ser, verdaderamente?

Opinión

Como si fuéramos un hobbit de la Media Tierra en busca de un tesoro -¿la verdad?- o simplemente a la gallardía de encontrar a Smaug, que al fin y al cabo, ¿qué podría ser, verdaderamente?

Vamos a escribir algo fresco, como si fuéramos un hobbit caminando por las Montaña Nubladas y encontrándonos luego con caminos pedregosos o lodazales, follajes encantados y compañeros de orejas puntiagudas. Imaginemos, también, cómo sería el andar del Periodismo, así de enmarañado o encantado. Escribía la periodista-escritora argentina Leila Guerriero: “¿No vivimos los periodistas de contar historias?”… sin embargo, hay gente mala en los detalles de ese sendero. Un Gollum, un Saruman, en fin.

Vamos a escribir algo fresco, como si llegaran los trece enanos (tus fuentes) quienes te llevan hacia Eredor para lograr eliminar a Smaug. Primero vas indeciso, alucinado por la que crees una aventura más. Así me sentía cuando leí por primera vez las primeras páginas de El Hobbit; pero no pensemos al periodista como un saqueador, aunque muchas veces lo parezca, sino como un descubridor de historias en medio de tormentos y batallas, quizá como los hubiese vivido Bilbo Bolsón.

Vamos a escribir algo fresco. Leila bien dice que contamos historias a diario. Luego espeta: “No creo en crónicas que no tengan fe en lo que son: una forma de arte”. Aunque a muchos no agrade, creo que tiene razón, y precisamente eso vi en la lectura de J.R.R. Tolkien: una forma de arte que se basa en escribir bien, primero, y luego tratar de llegar a lo esencial, a lo que se huela o sienta mientras se lee. Es duro, pero no imposible; lo mismo al tratar de hacer Periodismo.
Y creo que escribir fresco va por ahí, con seriedad, con valentía, incluso con inocencia. Como si fuéramos un hobbit de la Media Tierra en busca de un tesoro -¿la verdad?- o simplemente a la gallardía de encontrar a Smaug, que al fin y al cabo, ¿qué podría ser, verdaderamente?