Un corralito en Grecia, y ¿por qué no?
Desde Europa se es consciente de que cerrar el grifo a Grecia puede suponer un corralito junto con los dramáticos efectos que ello puede tener para la ciudadanía si bien ha sido ésta la que ha optado por un gobierno de izquierda radical . No obstante, un corralito en Grecia, o una medida más suave como la de un control de capitales, sería un contundente mensaje para todos aquellos que piensan que incumplir los compromisos asumidos sale gratis que mermaría el peso de los movimientos populistas que amenazan la estabilidad, no sólo en España, sino en toda Europa.
Desde Europa se es consciente de que cerrar el grifo a Grecia puede suponer un corralito junto con los dramáticos efectos que ello puede tener para la ciudadanía si bien ha sido ésta la que ha optado por un gobierno de izquierda radical . No obstante, un corralito en Grecia, o una medida más suave como la de un control de capitales, sería un contundente mensaje para todos aquellos que piensan que incumplir los compromisos asumidos sale gratis que mermaría el peso de los movimientos populistas que amenazan la estabilidad, no sólo en España, sino en toda Europa.
El pasado viernes el gobierno griego decidió dejar de pagar 300 Millones de euros al FMI. Las razones de ello no tienen que ver con la falta de liquidez del gobierno griego. Tsipras, en su comparecencia ante el parlamento heleno, manifestó que las condiciones que exigen la Troika – el pago de sus créditos con unas condiciones que son mucho mejores que las que se pactaron en su día – son poco realistas. El pasado febrero, en esta misma columna – El órdago griego –, referíamos la relación de Grecia con sus acreedores y que su actitud no iba a pasar desapercibida en el resto de países periféricos.
De los resultados del pasado 24-M se pueden hacer muchas lecturas. Una de ellas es que los españoles consideran que el impago de la deuda puede salir gratis, tal y como está ocurriendo en Grecia. Si nos atenemos a los acontecimientos que se han producido desde que el pasado enero se celebraran elecciones en Grecia la conclusión es la siguiente: Tsipras y Varoufakis están toreando a la Troika.
Esta situación, que tiene visos de dilatarse en el tiempo, puede pasar factura a las elecciones generales que se celebrarán en nuestro país el próximo invierno. Acabar con la austeridad e ignorar las recomendaciones de Europa es un mensaje que gana mucho más peso si hacerlo sale gratis o, en su caso, tiene un efecto mucho menos traumático que el que se nos anticipa por parte de las instituciones.
Desde Europa se es consciente de que cerrar el grifo a Grecia puede suponer un corralito junto con los dramáticos efectos que ello puede tener para la ciudadanía – si bien ha sido ésta la que ha optado por un gobierno de izquierda radical –. No obstante, un corralito en Grecia, o una medida más suave como la de un control de capitales, sería un contundente mensaje para todos aquellos que piensan que incumplir los compromisos asumidos sale gratis que mermaría el peso de los movimientos populistas que amenazan la estabilidad, no sólo en España, sino en toda Europa.