Un valor de futuro
Con esto no quiero decir que haya llegado el final de Rafa, en absoluto. Simple y llanamente advierto que ningún deportista de élite puede estar en la cima toda la vida. Hemos visto pasar a Arantxa, Induráin, Carlos Sainz, Raúl o Xavi Hernández. Y lo mismo pasará con Rafa, los Gasol… Nada es para siempre.
Con esto no quiero decir que haya llegado el final de Rafa, en absoluto. Simple y llanamente advierto que ningún deportista de élite puede estar en la cima toda la vida. Hemos visto pasar a Arantxa, Induráin, Carlos Sainz, Raúl o Xavi Hernández. Y lo mismo pasará con Rafa, los Gasol… Nada es para siempre.
Hace unos años tuve la oportunidad de conocer a Carlos Costa –muy buena gente, por cierto-, una de las personas de confianza del círculo más cercano a Rafa Nadal. En aquella ocasión hablamos largo y tendido sobre el presente del jugador, sus patrocinadores, etc. Pero se me quedó grabada una frase imposible de olvidar: “tenemos que estar preparados para el día en que Rafa deje de ganar”.
Y aquello era lógico. Rafa había batido todos los récords y arrasaba allí por donde pasaba. Nadie le tosía en tierra, pero en el resto de superficies también ha cosechado numerosos éxitos. Pero nada es para siempre y todos –también las estrellas del deporte- tienen fecha de caducidad. No son máquinas y el físico tiene sus límites.
Con esto no quiero decir que haya llegado el final de Rafa, en absoluto. Simple y llanamente advierto que ningún deportista de élite puede estar en la cima toda la vida. Hemos visto pasar a Arantxa, Induráin, Carlos Sainz, Raúl o Xavi Hernández. Y lo mismo pasará con Rafa, los Gasol… Nada es para siempre.
Me parece que lo más difícil para alguien que lo ha ganado todo –Roland Garrós, Wimbledom, etc- es mantener intacta su imagen cuando sales del circuito mediático. En el caso del manacorí esto no será un problema. Sus valores siguen intactos, así que no deja de ser razonable que Kia Motors haya anunciado que seguirá con Nadal cuando cuelgue la raqueta. Es un valor seguro y nadie lo duda.
Pero esto no se improvisa. Desde sus inicios Rafa nos ha transmitido su autenticidad siendo fiel a valores como el sacrificio, la entrega, la honestidad, la humildad, la sencillez… Y eso, amigos, no tiene precio. Bueno sí lo tiene, y por eso estoy seguro de que cuando abandone el tenis tendrá patrocinadores haciendo cola.
Gracias, Rafa.