Vacunarse contra los hippies

Pero hasta entonces parece que a estos padres se les ha pasado el síndrome hippie de golpe, la realidad de la debilidad del sistema inmunológico humano se ha manifestado en su hijo, esperemos que mejore y que si bien es cierto que la salud es lucrativa en el sistema capitalista, mientras tengamos que vivir bajo él, más vale prevenir que curar.

“Mi hijo no va al cole porque es un sistema caduco. Es mejor que lleve coleta y que haga lo que le apetezca”. La onda de los sesenta retorna como un boomerang y oímos argumentos como que el niño sabe “Lo que es mejor para él”.  Eso tendría cabida en la isla de Robinson Crusoe, pero el problema es que ese chaval se va a tener que enfrentar con la jungla social más pronto que tarde y que, quiera o no, tendrá que asumir unas normas de convivencia básicas. Y si sus papás no son millonarios y le toca currar, como no tenga título reconocible no lo cogen ni de reponedor en el Mercadona (esa gran factoría-milagro del capitalismo que da trabajo a uno de cada tres españoles).

Uno puede ser idealista pero debe tener los pies en el suelo. En muchas ocasiones el cansancio de la vida en el sistema de explotación o la búsqueda espiritual llevan a la toma de decisiones de la que muchos se arrepienten a lo largo de los años. No es fácil romper con todo e irse a vivir al monte. La vida allí es muy dura y, sobretodo, no se puede arrastrar a un familiar y obligarlo a que pase por el calvario.

Sin duda las farmacéuticas son un negocio, y las vacunaciones enriquecen no sólo a las empresas, sino a aquellos políticos y sus amiguetes que cierran los contratos de compra. Millones de dosis a 50 céntimos de mordida, dan para muchas noches de prostíbulo y rayas de cocaína.

¿Y cómo se soluciona? Fácil pero tajantemente, poniendo la investigación, el desarrollo y la producción de fármacos al servicio del pueblo. Y sí, por la fuerza.

Pero hasta entonces parece que a estos padres se les ha pasado el síndrome hippie de golpe, la realidad de la debilidad del sistema inmunológico humano se ha manifestado en su hijo, esperemos que mejore y que si bien es cierto que la salud es lucrativa en el sistema capitalista, mientras tengamos que vivir bajo él, más vale prevenir que curar.