Zapatero, a tus conventos
Dicen que, además de dedicarse a cultivar las facetas más espirituales, también son adiestradas en las artes marciales. O sea, más vale ser amigo de ellas, porque si te las encuentras en el otro bando, puedes tener un disgusto.
Dicen que, además de dedicarse a cultivar las facetas más espirituales, también son adiestradas en las artes marciales. O sea, más vale ser amigo de ellas, porque si te las encuentras en el otro bando, puedes tener un disgusto.
Monjas kung fu. Dicen que, además de dedicarse a cultivar las facetas más espirituales, también son adiestradas en las artes marciales. O sea, más vale ser amigo de ellas, porque si te las encuentras en el otro bando, puedes tener un disgusto.
Supongo que el Papa Francisco no les conoce. Me parece que ellas tampoco conocen al Obispo de Vic, que en la Hoja Parroquial de esta semana cita al Papa. Por eso, las monjas kung fu no se enfadarán si leen la citada Hoja, que no la leerán. Les cae muy lejos.
Por lo que se ve, el Papa se reunió con religiosas católicas y citó el caso de alguna que empezó sirviendo a los pobres desde el convento, luego les sirvió desde la puerta del convento y, poco a poco, desde más lejos, perdiendo de vista el convento. Cuando ya estaba así de lejos, dijo: «mi celda es la calle». Y el Papa le preguntó: «¿tienes una reja portátil?»
Por si acaso esa señora no captaba la indirecta, que a mí me parece que es bastante directa, el Papa remató: «eso es una equivocación».
La noticia dice que las monjas budistas se convirtieron en heroínas tras los terremotos de Nepal.
Por ahora, en España no ha habido terremotos.
Gracias a Dios.