MyTO

Si yo fuera gay

Si yo fuera gay, haría lo que hago no siendo gay. Vivir normalmente, salir del armario sin que chirríen las bisagras, ir a trabajar todos los días sin decir al llegar: «¡ya está aquí el gay!»

Opinión
  • Profesor y escritor español conocido por su libro "La crisis ninja y otros misterios de la economía actual", donde explica los pormenores de la crisis de las hipotecas subprime desde un lenguaje coloquial y llano.

Si yo fuera gay, haría lo que hago no siendo gay. Vivir normalmente, salir del armario sin que chirríen las bisagras, ir a trabajar todos los días sin decir al llegar: «¡ya está aquí el gay!»

Veo fotos de la fiesta del Orgullo Gay y me quedo un poco desconcertado, por varias razones:

1. Porque no he visto fotos de la fiesta del Orgullo No Gay, que supongo que se habrá celebrado en algún sitio.

2. Porque no sé de qué tenemos que presumir los No Gays y, por tanto, no sé de qué tienen que presumir los Gays.

3. Porque el día que yo quiera presumir de No Gay me vestiré de algún modo que produzca un cierto respeto por parte de los que me vean y no se me ocurrirá ponerme unas gafas rosa, coger un abanico verde, echarme encima una banderica de colores distintos del arco iris para no confundirme de manifestación  y citar a una chica que viene detrás como Juan José Padilla cita al morlaco con el que se enfrenta hoy en la primera corrida de la feria de san Fermín.

Si yo fuera gay, haría lo que hago no siendo gay. Vivir normalmente, salir del armario sin que chirríen las bisagras, ir a trabajar todos los días sin decir al llegar: «¡ya está aquí el gay!»…vamos, lo que yo hacía cuando trabajaba, que nadie se enteraba de que yo no era gay.

Estos que hacen esas cosas extrañas, además, toman desatascadores y les sientan mal. No me extraña nada.

¿Por qué no prueban a vivir sin estarnos diciendo constantemente que son como son?

Porque si yo tuviera una empresa y viniera a buscar empleo el de las gafas, la bandera y el abanico, vestido «de uniforme», o sea, con gafas, bandera y abanico, le iba a contratar su padre.

Luego me llamarían homófobo, en vez de felicitarme por mi buen gusto estético.