Donald Trump entra a Cole's Place

La verdad es que nos matamos, aún incivilizadamente, como bestias, e incluso y aún más, lo que sorprende es que estás «sociedades modernas», «industrializadas», «ejemplo del desarrollo cultural», «gendarmes del mundo», se matan de manera tan o más absurda que nosotros, los «subdesarrollados», los «patios traseros», ese «tercer mundo» indigno del «primero», del «mejor».

Otro tiroteo, ahora en una discoteca Cole’s Place de Louisville. Esta vez es un hombre afroamericano vestido de blanco que comenzó a disparar en el interior del club hiriendo a siete personas. Esto es increíble, aún hablamos de blancos que matan negros, negros que matan blancos, judíos que matan palestinos y viceversa, delincuentes que matan inocentes en el marco de un robo, inocentes que en defensa propia matan a delincuentes, inocentes que mueren en una guerra, etc.

La verdad es que nos matamos, aún incivilizadamente, como bestias, e incluso y aún más, lo que sorprende es que estás «sociedades modernas», «industrializadas», «ejemplo del desarrollo cultural», «gendarmes del mundo», se matan de manera tan o más absurda que nosotros, los «subdesarrollados», los «patios traseros», ese «tercer mundo» indigno del «primero», del «mejor».

No dudo de la calidad de vida de un sector de esa sociedad «industrializada», tan igual a aquellos que viven a todo dar en sociedades que no lo son, ya que el problema hoy no sólo es de desigualdad, que es un problema real, tampoco el problema es la teoría del centro o la periferia, el problema ahora es lo que globalmente entra en nuestros hogares, que ya no distingue clase social, ya que el odio y el resentimiento requiere sólo de ignorancia, y la ignorancia hoy, también es globalizada, como la de Donald Trump, por ejemplo, cuya diferencia que tiene con el hombre vestido de blanco que entra a la discoteca en Lousiville, es el color de su piel y el tipo de arma que usa, y esto último, a veces.