Tiroteos
Cuando hablamos de tiroteo asumimos que al menos hay dos personas equipadas con armas de fuego que se disparan una a la otra con el objeto de alcanzar al contrario o de contenerlo en el lugar en que se encuentre. Por ello, los asesinatos etarras de tiro en la nuca no contarían como tiroteo, sino a lo sumo como ejecuciones en su sentido metodológico.
Cuando hablamos de tiroteo asumimos que al menos hay dos personas equipadas con armas de fuego que se disparan una a la otra con el objeto de alcanzar al contrario o de contenerlo en el lugar en que se encuentre. Por ello, los asesinatos etarras de tiro en la nuca no contarían como tiroteo, sino a lo sumo como ejecuciones en su sentido metodológico.
Los españoles no estamos muy acostumbrados a los tiroteos, a no ser que salgan en la pantalla de nuestro televisor en forma de películas o series gringas, donde el tiroteo ha sido elevado a categoría artística.
Cuando hablamos de tiroteo asumimos que al menos hay dos personas equipadas con armas de fuego que se disparan una a la otra con el objeto de alcanzar al contrario o de contenerlo en el lugar en que se encuentre. Por ello, los asesinatos etarras de tiro en la nuca no contarían como tiroteo, sino a lo sumo como ejecuciones en su sentido metodológico.
En España, por tanto, hemos estado acostumbrados por desgracia a estas ejecuciones llevadas a cabo por auténticos chalados, pero nuestras secciones de sucesos de los telediarios no se ven salpicadas aquí y allá por tiroteos como sí ocurre en los Estados Unidos del Norte de América, donde adquirir un arma es tan fácil como comprarse un yogur de macedonia en el supermercado, ergo la posibilidad de que se produzcan tiroteos es bastante más alta que en nuestro país.
La noticia de un tiroteo en un céntrico hotel de Barcelona sigue sorprendiendo, aunque por lo menos desde mediados de los 90 las posibilidades de tiroteos han aumentado en nuestro país debido la entrada masiva de mafias procedentes de todo el mundo, desde Hispanoamérica, pasando por el norte de África, Rusia, los Balcanes, Italia y hasta China. Esto se ha venido reflejando poco a poco en nuestras obras de ficción, desde el resurgir de la novela negra hasta el cine y series de acción que han ido sustituyendo poco a poco al costumbrismo chabacano y la comedia chusca.
La España negra ha extendido su sombra en las dos últimas décadas y quizás las noticias de tiroteos y ajustes de cuentas acaben alcanzando normalidad en los informativos. Malas noticias.