Siete meses no son nada

Los intérpretes de Syriza en España, los chicos de Podemos y sus partidarios, insisten en que las calamidades que han sufrido los ciudadanos griegos hasta la fecha nada tienen que ver con la gestión del Gobierno de Tsipras.

Apenas siete meses ha durado el Gobierno de Syriza. Entre medias, los griegos han visto sus rentas mermadas aún más, han sufrido en sus carnes un corralito con referéndum de por medio donde ganó el NO y se impuso el SÍ con unas condiciones más duras de las ofrecidas inicialmente por la impía Europa y ahora van a ir de nuevo a elecciones, no sea que la popularidad de Tsipras baje y las esperanzas de la izquierda radical se diluyan antes de los previsto.

Los intérpretes de Syriza en España, los chicos de Podemos y sus partidarios, insisten en que las calamidades que han sufrido los ciudadanos griegos hasta la fecha nada tienen que ver con la gestión del Gobierno de Tsipras. Lo acontecido no ha sido más que fruto de la gestión de los partidos mayoritarios que gobernaron con anterioridad. Siete meses no son nada y hacer frente a la Europa de los terroristas financieros no es labor fácil. Que le pregunten a la estrella Varufakis, que hasta grababa las reuniones como señal de socio fiable.

Los seguidores de Syriza en España entonarán que la convocatoria de elecciones es un ejemplo de democracia. Han gobernado y, ante la duda de contar con el apoyo popular, lo más lógico y democrático es llamar nuevamente a elecciones. Ahora, siete meses después, y tal vez en cinco meses fuera necesario otra nueva convocatoria y así ad infinitum, no vaya a primar la estabilidad de un país y sus ciudadanos sobre los caprichos de sus líderes. Si no que le pregunten a Más y compañía, que lleva tres en menos de cinco años. Siempre a favor de la voluntad “popular”, que es buen remedio para no reconocer las responsabilidades propias. 

“Sé que no logramos todo lo que prometimos al pueblo griego, pero hemos salvado al país, diciendo a Europa que la austeridad debe terminar”, afirmó el primer ministro griego. Lo que desconocemos es si ese mensaje se lo trasladó a Europa cuando solicitó el tercer rescate. Esperemos que Podemos pueda alumbrarnos a este respecto. De momento, veremos si de las próximas elecciones griegas sale otro Gobierno de coalición formado por los extremos – extrema izquierda y extrema derecha –, algo extraño en apariencia, pero no en el fondo si seguimos a Norberto Bobbio, para quien “un extremista de izquierda y uno de derecha tienen en común la antidemocracia”.