THE OBJECTIVE
Jorge Martin Frias

Según se mire

La semana pasada veía en una de esas tertulias que nos ilustran desde la superioridad que otorga su imparcialidad, cómo la «moderadora» de la mesa preguntaba al candidato a la Generalidad de Cataluña del Partido Popular si él «mandaría [como ha hecho el presidente de Hungría] el ejército a las concertinas para intentar detener la llegada de refugiados [sirios que huyen del ISIS]».

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Según se mire

La semana pasada veía en una de esas tertulias que nos ilustran desde la superioridad que otorga su imparcialidad, cómo la «moderadora» de la mesa preguntaba al candidato a la Generalidad de Cataluña del Partido Popular si él «mandaría [como ha hecho el presidente de Hungría] el ejército a las concertinas para intentar detener la llegada de refugiados [sirios que huyen del ISIS]».

Hace tiempo que la inmigración se convirtió en un problema de primer orden. Las imágenes que se clavan en nuestra retina son una manifestación más, dura, aterradora y desgarradora, de un fenómeno que no se está abordando con seriedad.

La caja de imágenes da fe de ello. La semana pasada veía en una de esas tertulias que nos ilustran desde la superioridad que otorga su imparcialidad, cómo la «moderadora» de la mesa preguntaba al candidato a la Generalidad de Cataluña del Partido Popular si él «mandaría [como ha hecho el presidente de Hungría] el ejército a las concertinas para intentar detener la llegada de refugiados [sirios que huyen del ISIS]».

Busqué mis gafas para comprobar que el entrevistado era el candidato del PP a una comunidad autónoma – sin competencias en la materia preguntada – del Reino de España y no el candidato secesionista, siempre libre de competencias. Imagino que el candidato secesionista habría respondido que en su alcadía libre y abierta todos disfrutarían de las mejores pensiones de Europa, serían libres de la corrupción de la que huyen y gozarían de más oportunidades en tanto la pulsión imperialista del nacionalismo incorporaría más territorios (Valencia, Islas Baleares, etc.).

Me puse las gafas y resultó ser quien creía: el candidato del PP. Seguí navegando entre las imágenes de la caja y el sentido que las acompañaban. No encontré nada, ni a nadie, que preguntara en voz alta si Europa no debería tener un papel más activo y, tal vez, intervenir militarmente contra aquellos que construyen refugiados, en este caso el ISIS. Abandoné la caja sin encontrar respuestas ni debates serenos y profundos y me recogí en la lectura de Primo Levi, “Si esto es un hombre”.

CODA: si tratar la inmigración es un tema harto complejo, la aportación del líder del PSOE, Pedro Sánchez, no contribuye a clarificar y sí a oscurecer. Ahora resulta que los inmigrantes españoles ya no son tal cosa y han pasado a ser exiliados. Parece que el PSOE vuelve a los juegos del lenguaje, vuelve a las trampas.

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