Llenos de buenos propósitos
Es posible que haya algún personajillo, además de xenófobo, que diga que esta es la imagen que se buscaba para poner a todo el mundo a favor de la inmigración y en contra de los gobiernos, que están tardando demasiado en tomar decisiones.
Es posible que haya algún personajillo, además de xenófobo, que diga que esta es la imagen que se buscaba para poner a todo el mundo a favor de la inmigración y en contra de los gobiernos, que están tardando demasiado en tomar decisiones.
Es posible que haya algún personajillo, además de xenófobo, que diga que esta es la imagen que se buscaba para poner a todo el mundo a favor de la inmigración y en contra de los gobiernos, que están tardando demasiado en tomar decisiones. Alguno incluso dirá que esta imagen se utiliza para remover sentimientos sin ir al fondo del problema y que lo que se debe de hacer, es cerrar las fronteras y que cada uno se las arregle cómo pueda.
La verdad es que hace unos días, con lo ocurrido en Austria con el camión frigorífico abandonado en la autopista, y una vez que supimos que dentro había setenta cadáveres y entre ellos cuatro niños, no nos hizo falta ver ninguna imagen, para sentir una profunda pena por todo lo que esta sucediendo. Ya estábamos desde hace semanas, viendo un drama humano que no se había visto desde la segunda guerra mundial.
Personalmente miro con estupefacción las reacciones del gobierno español y pienso en que ya basta de ser un gobierno miserable. Piensan que con aceptar a 2.800 refugiados, ya tenemos el cielo ganado. Supongo que Mariano y sus ministros han vuelto de las vacaciones con buenos propósitos personales cara al próximo curso. Habrán pensado en hacer régimen, hacer más ejercicio, en controlarse mejor la TA, la PSA y el colesterol, en algún viajecillo pendiente, en regalar a su cónyuge un fin de semana romántico en algún parador, etc., etc. Pero en relación a los inmigrantes poca cosa y las excusas que se ponen encima de la mesa no valen. Se nos ha olvidado que los españoles han sido emigrantes por necesidad. Como consecuencia de la guerra civil, 1 millón se vieron obligados a salir del país.
Pero menos mal que hay gente dispuesta a tomar la iniciativa y de alguna forma, obligarles a reaccionar. Grandes ciudades (imposible nombrar a todas), como Barcelona, Madrid, Zaragoza, A Coruña, Córdoba, Málaga, Las Palmas, Eibar y los Gobiernos de Comunidades como Euskadi, Valencia, Navarra, etc., están ofreciendo su solidaridad con la inmigración, creando una red de asistencia y ofreciendo los pocos recursos que tienen. Las gobernadas por el Partido Popular, cómo era de esperar no dicen “ni esta boca es mía” y lo entiendo. Evidentemente, cuando en sus filas hay personajes como García Albiol y Maroto, no es previsible el milagro.