Francisco Nicolás, se ha hecho mayor

Ahora, Francisco Nicolás, demuestra haber aprendido la lección. Él también se ha hecho mayor. En su regreso ha anunciado que se presentará a las próximas elecciones como candidato al Senado de España.

Ahí le tenemos de nuevo. Vuelve a la escena pública. En realidad, nunca abandonó los focos, se alimenta y ha crecido pegado a ellos. Francisco ha dejado de ser el pequeño Nicolás, en realidad nunca fue un chaval inocente (acepción 5ª R.A.E.) porque como los grandes pícaros, no conoció candidez alguna.

Hace un tiempo, cuando salió a la luz los presuntos delitos cometidos por Nicolás, por los que está siendo investigado, escribí un artículo titulado: “Nicolás y el espejo de las Apariencias” (http://lacaciasociados.es/nicolas-y-el-espejo-de-las-apariencias/ ), en aquella ocasión, dije: “… es el reflejo de esta adulta parte de España, que hace ya años perdió el valor del “Ser”, para dar paso a los infravalores del “tener”, de los aires de grandeza, en definitiva, el espejo en el que se refleja la sociedad de las apariencias…”

Ahora, Francisco Nicolás, demuestra haber aprendido la lección. Él también se ha hecho mayor. En su regreso ha anunciado que se presentará a las próximas elecciones como candidato al Senado de España.

El presunto pícaro que hace unos meses se habría hecho pasar por asesor del Gobierno de España, el presunto impostor, que se habría codeado con las esferas más altas de España, el presunto autor de los delitos de falsedad documental, estafa y usurpación de funciones públicas, ha madurado, ahora quiere ser político.

El médico forense que en su momento le examinó, le describió como un joven con “una florida ideación delirante de tipo megalomaníaco”

La realidad, a mi modo de ver, sigue siendo la misma. Francisco Nicolás continúa representando muchos de los patrones por los que se mueve y transita la sociedad en España. Valores como la meritocracia, el esfuerzo, la honestidad, hace tiempo que transmutaron por el oportunismo, la apariencia y la picaresca.

La política no es sino aquella necesaria y muy importante actividad por la cual los representantes de los ciudadanos acometen las medidas oportunas para organizar los asuntos públicos. En nuestra democracia los electores son los que tienen el verdadero poder para elegir a quienes rijan esta importante responsabilidad.

Francisco Nicolás, quiere ser político. Ya se ha hecho mayor.