Zancadilleando from behind
Una de las imágenes, entre muchas otras, que han sacudido nuestra occidental conciencia es la que vemos encabezando este subjetivo. A lo largo de estas últimas semanas muchos amigos y conocidos nos hemos planteado las verdaderas causas de esta crisis de refugiados que sacude nuestro planeta.
Una de las imágenes, entre muchas otras, que han sacudido nuestra occidental conciencia es la que vemos encabezando este subjetivo. A lo largo de estas últimas semanas muchos amigos y conocidos nos hemos planteado las verdaderas causas de esta crisis de refugiados que sacude nuestro planeta.
Una de las imágenes, entre muchas otras, que han sacudido nuestra occidental conciencia es la que vemos encabezando este subjetivo. A lo largo de estas últimas semanas muchos amigos y conocidos nos hemos planteado las verdaderas causas de esta crisis de refugiados que sacude nuestro planeta.
“Leading from behind” es la postura que en 2011 adoptó Barack Obama para dar respuesta a todas las crisis mundiales que se han producido desde entonces. Dicho de otra manera, EE.UU. no va a mandar tropas a ningún lugar del planeta salvo que afecte directamente a sus intereses vitales. La postura parece lógica puesto que el abuso que otras administraciones hicieron del papel de policía mundial que todos los países atribuían a los EE.UU. supuso un fuerte deterioro de eso que ahora se llama “reputación-país” y que tiene un impacto considerable, aunque resulte difícil de creer, en cuestiones como la económica o el propio estado de ánimo de sus ciudadanos o fuerzas armadas.
Es por ello que después de un año DAESH aún no ha combatido con militares occidentales. Los países occidentales llevan cerca de un año bombardeando lugares donde pueden estar los yihadistas pero se confía a los lugareños el combate cuerpo a cuerpo con ellos. El resultado es el que estamos viendo a diario en nuestros televisores y el que dentro de poco veremos en nuestras ciudades: Una crisis humanitaria que, seamos conscientes, ni de lejos se acerca a la crisis humanitaria que asola Siria desde hace más de 4 años y que llevamos ignorando deliberadamente demasiado tiempo.
El drama es dantesco. Sólo ahora que vemos nuestras fronteras acechadas por multitudes que huyen de la guerra la sombra de la duda nos acecha y nos hacemos preguntas que nos debimos hacer hace años. Un ejemplo fantástico de lo que quiero decir lo tienen en la película de “El francotirador” donde el protagonista no da crédito a como la gente vivía totalmente ajena al día a día que se estaba viviendo en un país del que ahora también huyen cientos de miles de personas. ¿Cuánto tiempo tardaremos esta vez en darle la espalda a la realidad para que ésta nos zancadillee de nuevo?