The Objective
Nicmer Evans

¡Aznar, que bueno es asnar!

Todo un tratado de ciencias políticas resumido en una frase a lo Aznar, para simplente exigirle a la sociedad que se calle, que no cambie, negando la esencia de la historia de la humanidad y sus revoluciones para que no se exprese y que se deje gobernar por los mismos de siempre.

Opinión
¡Aznar, que bueno es asnar!

Todo un tratado de ciencias políticas resumido en una frase a lo Aznar, para simplente exigirle a la sociedad que se calle, que no cambie, negando la esencia de la historia de la humanidad y sus revoluciones para que no se exprese y que se deje gobernar por los mismos de siempre.

Al leer las declaraciones de Aznar: “Si nacionalistas y populistas se unen romperán el consenso político”, además de comentar que gobiernos rupturistas e individuales rompen la democracia y que la solución no es reformar la Constitución sino cambiar las costumbres políticas, es inevitable que asalten a mi mente preguntas tan básicas como ¿Qué es consenso político para Aznar?, ¿Qué serán para él gobiernos rupturistas e individuales que rompen la democracia?

Cuando Aznar habla de consenso, recuerdo uno que nunca lo fue: El consenso de Washington, pero también recuerdo a Chantal Mouffe cuando de manera clara y transparente nos indica que los “consenso” son fundamentalmente antidemocráticos, ya que pervierten la condición natural de diversidad de la sociedad y de la política, reaccionando en contra sentido a la esencia democrática.

Es además evidente que la alusión previa de “nacionalistas” y “populistas” busca descalificar a aquellos que piensan distinto a su consenso, por lo que de hecho entonces no existe tal consenso sino en su cabeza o en sus intereses, y ahí es cuando entiendo que el consenso del que habla Aznar, es aquel que impuesto, nos dice cómo debe ser la “democracia”: útil para que gente como Aznar gobierne sin que exista disidencia ni derecho a la diferencia.

Sin embargo, lo más interesante de su comentario es atribuirle al “cambio de costumbres políticas” las transformaciones que acciones “rupturistas” o “individuales” no deben cambiar, porque al final esas acciones no permitirían que gente como Aznar siga gobernando en el mundo.

Todo un tratado de ciencias políticas resumido en una frase a lo Aznar, para simplente exigirle a la sociedad que se calle, que no cambie, negando la esencia de la historia de la humanidad y sus revoluciones para que no se exprese y que se deje gobernar por los mismos de siempre. ¡Aznar, que bueno es asnar!

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