Mi PC es peor que la Santa Inquisición
No lo pienses pero tu PC, móvil, tus sistemas operativos vigilan tus acciones, te juzgan y te castigan. Si no lo haces tú mismo, o sea si no te flagelas, otros lo harán por ti.
No lo pienses pero tu PC, móvil, tus sistemas operativos vigilan tus acciones, te juzgan y te castigan. Si no lo haces tú mismo, o sea si no te flagelas, otros lo harán por ti.
No lo pienses pero tu PC, móvil, tus sistemas operativos vigilan tus acciones, te juzgan y te castigan. Si no lo haces tú mismo, o sea si no te flagelas, otros lo harán por ti o incluso tu propio ordenador te recordará que has hecho algo mal. Pecar por ordenador hoy en día es pecar en público.
@TheObjective_es trae a mis noticias que el hacker Weev ha revelado nombres de fiscales estadounidenses que se conectaban a Ashley Madison desde sus ordenadores “pagados por los contribuyentes”. Estamos en los tiempos del escarnio general de todo lo que haces en privado, ordenador público aparte. Si haces marranadas y tienes un cargo vas camino de tener que jurar votos como los curas.
Asistimos a una caza de brujas por descubrir cargos electos infieles, pervertidos en lo privado, no sabemos si también en lo público que, ¡escuchen!, yo ya pediría que pasaran por el confesionario a ver si limpian sus espíritus antes de jurar puesto. Como dijo hace semanas el tuitero @PabloTilo: “Te trae más problemas tener una cuenta en Ashley Madison que tener una cuenta en Suiza”.
En España como nos lo tomamos todo a choteo en cuanto descubramos al primer político, artista o periodista con notoriedad que ha utilizado internet para sacarle brillo a la cabeza de su mujer o de su marido será portada del Jueves o de Mongolia, comidilla de las tertulias del café y protagonista de los motes más populares de los próximos lustros. Eso sí, si llamas como Chabelita a Sálvame Deluxe confesando una infidelidad a pelo parece como que tu cuerpo se vuelve más santo que antes de cometer la tropelía. Estoy por decirle a mis compañeros de programa que abramos sección sólo para estas cuestiones.
Buscando información sobre mi artículo introduje ayer en mi ordenador las palabras “Ashley Madison” e “infidelidad”. Cerré mal la computadora. Esta mañana abro internet y Firefox subrayando estas dos palabras me dice: “Bueno, esto es embarazoso. Usted cerró mal estas páginas. ¿Quiere usted volver a abrirlas?” ¿Embarazoso? Va a resultar que hasta mi propio PC es peor que la Santa Inquisición. ¡Qué de pecadores!