Erotismo, literatura y pedantería
Si todo lo que hemos fantaseado sobre Isabel Preysler es cierto, entonces estoy seguro de que la ex de Julio Iglesias y Miguel Boyer es capaz de recitar de pé a pá a Garcilaso, Petrarca, Góngora y Baudelaire
Si todo lo que hemos fantaseado sobre Isabel Preysler es cierto, entonces estoy seguro de que la ex de Julio Iglesias y Miguel Boyer es capaz de recitar de pé a pá a Garcilaso, Petrarca, Góngora y Baudelaire
El próximo mes de marzo, el fractal de la nación más “culto”, no asistirá al estreno de la muy esperada tercera entrega del Capitán América, sino que acudirá a las librerías para comprar la última novela de Vargas Llosa, nueva pareja de la Preysler, flamante premio Nobel de Literatura y conspicuo miembro de la generación del boom de la literatura hispanoamericana, por ese orden de importancia.
Vivimos una época en que los héroes de esa parte de la sociedad elevada por encima del nivel de las bestias merced a la Gracia divina secularizada, es decir, a la Cultura, son los literatos, esos de los que Marx decía que sabían “las cosas a medias”. Vargas Llosa es un perfecto ejemplo de la supuesta clase que forman esos escritores convertidos ahora, caso Dreyfuss mediante, en “intelectuales”. La pretendida clase de individuos que se erigen en “conciencia de la sociedad”, que “forman opinión”, pero cuyas secreciones craneales suelen ir acompañadas de retórica sofística o directamente ideología, sin argumentos firmes o siquiera coherentes, pero eso sí, adobados por un gran dominio del lenguaje y sobredosis de pedantería.
Ramon Rubinat, doctor en Literatura, y de los buenos, me regalaba esta cita vargallosesca que sirve como ejemplo paradigmático de la filfa habitual que podemos encontrar en los escritos de los intelectuales. Nos dice Vargas Llosa en “La verdad de las mentiras”: Sin la literatura, no existiría el erotismo. El amor y el placer serían más pobres, carecerían de delicadeza y exquisitez […] No es exagerado decir que una pareja que ha leído a Garcilaso, a Petrarca, a Góngora y a Baudelaire ama y goza mejor que otra de analfabetos semiidiotizados por los programas de televisión.
Si todo lo que hemos fantaseado sobre Isabel Preysler es cierto, entonces estoy seguro de que la ex de Julio Iglesias y Miguel Boyer es capaz de recitar de pé a pá a Garcilaso, Petrarca, Góngora y Baudelaire.