Los mercaderes de “oro”
España es el olivar del mundo.
España es el olivar del mundo.
Somos líderes en producción, comercialización y exportación de aceites de oliva, con una comercialización media en torno a 1,2 millones de toneladas al año. Nuestros campos dan cobijo a 300 millones de olivos, repartidos en más de 2.500.000 hectáreas de olivar.
No hay duda de que el aceite de oliva es el ingrediente estrella de la idolatrada dieta mediterránea, pero sus beneficios para la salud no sirven de antibiótico frente a las “dolencias” del bolsillo del consumidor, hasta el punto de que su uso se está tornando en un lujo para demasiadas familias. Una situación que lastra a los agricultores, pero que también acaba pagando, y con creces, cualquiera que pase por el supermercado.
El 66% de la producción de aceite en España se dedica a la exportación. Italia es nuestro primer cliente, pero también nuestro rival más directo y desleal. Los importadores italianos seguirán llevándose a granel nuestro aceite, le pondrán un traje de Armani y lo venderán en el mundo entero, como si fuera suyo, a 15 euros el litro.
Mientras tanto aquí le seguirán saliendo las cuentas sólo a unos pocos, como siempre.
En cambio la gente “normal”, esa que cada mañana se levanta para ir al tajo a intentar ganarse un jornal que roce la dignidad, que no entienden de cuentas en Suiza porque todo su capital les cabe debajo de una baldosa, y que no tienen ni idea de cómo se conjuga la primera persona del indicativo del verbo “Especular”; seguirán recogiendo la aceituna a unos niveles por debajo de la rentabilidad, cosechando fortunas ajenas de sol a sol, amedrentados por el condenado refrán de: “más vale pájaro en mano, que ciento volando”.
Los jornaleros de un “oro» tan líquido que siempre se les escurre entre los dedos. Tiene gracia…