Guerra y elecciones
En la imagen de Eric Gaillard el primer ministro francés, Manuel Valls, de origen español, observa y mira al frente, apoya el dedo índice en la frente y reposa el corazón en los labios. Espera una respuesta de Rajoy respecto al empeño francés en sumar apoyo y ayuda a los bombardeos sobre Siria. Y dice que comprende que Rajoy espere a las elecciones.
En la imagen de Eric Gaillard el primer ministro francés, Manuel Valls, de origen español, observa y mira al frente, apoya el dedo índice en la frente y reposa el corazón en los labios. Espera una respuesta de Rajoy respecto al empeño francés en sumar apoyo y ayuda a los bombardeos sobre Siria. Y dice que comprende que Rajoy espere a las elecciones.
En esto de la guerra las elecciones son importantes. Porque el cinismo habitual de la política internacional se evidencia ahora más que muchas otras veces. Tiene elecciones Rajoy el día 20 de diciembre, pero ojo, que antes, el 6 y el 13 de diciembre, en Francia hay unas importantísimas elecciones regionales donde se la juegan también. Y en la reacción de Hollande y Valls hay mucho de táctica electoral. Y hay elecciones en los EEUU el año que viene, y Obama mide al milímetro cada paso.
Las reacciones respecto a Siria hay que medirlas, claro, en función de las elecciones que tienen pendientes buena parte de los socios de la coalición internacional en la que se evidencian diferencias de criterio que tienen mucho que ver con los intereses personales de los gobernantes, y menos con los intereses reales de los ciudadanos de cada país.
Como conviene no olvidar varias cosas. Que aquí nos ponemos estupendos y nos horroriza la maldad del Daesh cuando nos castigan cerca, pero cada día asesinan a decenas y centenares de seres humanos en Oriente Medio y África, la mayoría musulmanes, y nosotros no les dedicamos un breve en los medios, excepto alguno como este The Objective. Y que la financiación de los asesinos yihadistas pasa por nuestros países, pero como generan beneficios miran los políticos para otro lado. Y que Francia lleva tiempo bombardeando Siria, para nada; no comenzó tras la matanza de hace una semana. Y no hemos visto aún una imagen de las consecuencias de las razzias de los aviones franceses sobre Raqqa, y debiéramos verlas, porque lo que tiene bombardear una ciudad es que las bombas no distinguen entre los asesinos yihadistas y los que desgraciadamente pasaban por allí.
Sí. Para analizar la guerra conviene previamente reparar en las elecciones que cada país tiene por delante. Porque así comprenderemos mejor algunas cosas. Que nos espantarán, claro.
