Vientos de cambio

Las libertades civiles en Venezuela han ido menguando en estos últimos años a la misma velocidad con que se desabastecían los supermercados de bienes básicos.

 Las proclamas del socialismo del siglo XXI han sido las mentiras que han hundido a un país. Todo lo que Venezuela fue, la promesa de una nación en la que los pequeños empresarios florecían y la clase media se afianzaba creando una sociedad civil fuerte y estructurada, se ha desvanecido con el chavismo. Como un cáncer, este socialismo perverso, la utopía política de unos peligrosos chiflados, ha acabado poco a poco con una sociedad que se asoma al borde del abismo. Un dato revelador de la tremenda situación en la que está sumida la nación la vemos en una reciente encuesta que dice que uno de cada tres venezolanos ha dejado de hacer al menos una comida al día. El hambre en el país es directamente proporcional al hartazgo de una sociedad que ya no se traga la retórica neomarxista de un gobierno dictatorial.

A los graves problemas económicos por los que atraviesa Venezuela, se suma un clima violento de robos, secuestros y asesinatos que asolan el país día tras día. Esta semana, Lilian Tintori, la admirable mujer del también admirable opositor encarcelado Leopoldo López, vio cómo los sicarios del Presidente Maduro asesinaban a su compañero de partido Luis Manuel Díaz, a escasos metros de donde ella estaba. Se tuvo que limpiar la sangre que le salpicó en la cara tras los disparos. Aumentan los intentos de asesinarla a ella, pero su voz ruge firme contra los abusos de un gobierno que ya hace mucho tiempo se parece más a un cártel del narcotráfico que a un poder ejecutivo.

Pero no todo está perdido, hay una esperanza de cambio. La próxima semana se celebrarán elecciones legislativas en Venezuela. Hay que temer un intento de pucherazo masivo por parte del gobierno de Maduro, que ha impedido la entrada de controladores internacionales en el proceso. Será difícil, de todas formas, que se pueda ocultar la ola de cambio que barre Venezuela, con pronósticos que dan una clara ventaja a la oposición. Los vientos de cambio soplan de Sur a Norte en América Latina. La victoria de Macri en Argentina parece que viene a confirmar ese principio del fin en el experimento socialista, uno de los fracasos más estruendosos en la historia del continente.