En los pantalones de Nicolás Maduro

Más que enterarse de la prohibición de venta de licor entre el 4 y el 7 de diciembre por las próximas elecciones legislativas del domingo en Venezuela, a muchos venezolanos los ha dejado boquiabiertos el conocer los últimos precios expuestos en esta fotografía.

Sus expresiones:  “con qué brindaremos en las fiestas navideñas”.

Pero más  importante que las “bebidas espirituosas “,  es la carencia y el costo de los alimentos básicos y medicamentos que necesita la población.

Si estuviera en los pantalones del presidente de Venezuela, saldría al mundo a decir que sea cual sea el resultado de las elecciones, estas serán respetadas.  Cambiaría el tono confrontativo y acusatorio por uno de reconciliación. Contaría honestamente cuáles han sido los logros y reconocería públicamente los desafíos.  Llamaría a la calma y a emitir el voto con un espíritu cívico, más que de revancha.  Permitiría el ingreso de observadores internacionales, como la Unión Europea o la OEA.  Pediría al Consejo Nacional Electoral la elaboración de una papeleta donde se refleje con claridad  quiénes son de cuál partido.  Inspiraría a  aplicar las mismas regulaciones para todas las tendencias.

Si estuviera en los pantalones de Maduro y pierdo el control del Parlamento, lo reconocería a primera hora.  Con humildad me reuniría con los líderes de la oposición para escuchar sus inquietudes y los cambios concretos para que el país pueda avanzar en el combate a la crisis económica.  Permitiría que abiertamente se lleven a cabo investigaciones por supuesta corrupción e involucramiento en narcotráfico de funcionarios públicos, sean cual sean las consecuencias.  Acataría el llamado de las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y liberaría a los presos políticos.

Si estuviera en los pantalones de la Oposición, agradecería este cambio de actitud del presidente y escucharía lo que tiene que decir. Le presentaría los proyectos concretos para acelerar el potencial económico de la nación.  Le expondría con calma y ecuanimidad lo que se podrían considerar situaciones de injusticia y abuso contra miembros opositores venezolanos.  Reconocería que en el pasado una clase política gobernó en favor de un segmento de la población. Aceptaría con humildad un genuino tono de reconciliación.

Si estuviera en los pantalones de ambos, pensaría primero en el respeto y lo que se merece cada venezolano antes de un partido o tendencia política….

Si estuvieras en sus pantalones… ¿Tú qué harías?