El restaurante quemado
Da igual que sea un ataque terrorista o una venganza de las mafias. El hecho es que en nuestro mundo se ha instalado una violencia continua, indiscriminada, feroz. En este caso sucede en Egipto. Llueve sobre mojado después del atentado del avión ruso en el Sinaí.
Da igual que sea un ataque terrorista o una venganza de las mafias. El hecho es que en nuestro mundo se ha instalado una violencia continua, indiscriminada, feroz. En este caso sucede en Egipto. Llueve sobre mojado después del atentado del avión ruso en el Sinaí.
La “primavera árabe” (que no fue ninguna de las dos cosas) no ha dado un buen resultado. Es más, Egipto ha perdido casi toda su capacidad de recepción turística, vista la general inseguridad que domina en su territorio. Era su principal fuente de exportaciones. Algo parecido ha pasado en Túnez, en Turquía, en el Líbano, en Siria. El Mediterráneo oriental es ahora un volcán.
Lo triste es que se ha evaporado la esperanza de que los países musulmanes mínimamente modernizantes transiten hacia democracias estables. El fracaso político se superpone a la amenaza terrorista. Ambos factores se retroalimentan.
Ahora vemos las consecuencias de una prematura independencia de algunos países que fueron colonias o protectorados de Europa. Aunque parezca una solución paternalista (y lo es), no cabe más opción que volver a esa situación de dependencia. Ahora tenemos la Unión Europea, que, mal que bien, supone un control para no caer en los males del colonialismo. La sugerencia que digo va mucho más allá de la guerra contra el terrorismo. La cual no se ganará nunca mientras los países de donde salen los terroristas no se organicen mejor. Ya se ve que la solución autónoma no resulta hacedera. Con partidos islamistas en el poder no puede haber democracia.
Teóricamente cabe la solución de Pilatos: que se arreglen entre ellos. No funciona. Algunos de esos países (Líbano, Egipto) contaban con centros de enseñanza superior de gran prestigio. Se han desmantelado. Habrá que empezar de nuevo. La Biblioteca de Alejandría puede ser un hermoso símbolo de cultura.