...Y la vida sigue

Mientras que al otro lado del charco, en el condado de San Bernardino (California), aún se llora por las 14 víctimas asesinadas en un centro de personas con capacidades diferenciadas, en esta otra parte del continente europeo la sociedad vuelve a ponerse en pie, una vez más.

El radicalismo de los fundamentalistas asesinos está dejando un mundo ensangrentado donde solo les importa el número de muertos que dejan a su paso, cuantas más personas consigan aniquilar mucho mejor para alcanzar su objetivo de sembrar el terror entre la población.

Pero conviene advertir que, en este real y cruel ‘juego de terror’, la partida no la gana quien más muertos consiga poner encima del tablero de la libertad.

Hoy vemos y celebramos la reapertura del local La Bonne Biere en París, el mismo restaurante donde el pasado 13 de noviembre se perpetró otro baño de sangre, en la misma ciudad europea donde se llevaron por delante a 137 personas y a más de 400 heridos. Su encargada, con emoción y firmeza, asegura: «Queremos enseñarles a los yihadistas que somos más fuertes que ellos»

Efectivamente, ahí es desde donde siempre se ganan estas partidas contra el terrorismo. El 13N de París, como antes el 11S de los Estados Unidos de América, el 11M de Madrid o el 7J de Londres significa, ‘únicamente’, muerte, dolor y duelo, que es mucho significar pero aún lo es más el hecho de poder seguir honrando a todas las víctimas con la firmeza y fortaleza que significa no doblegarse ante el chantaje del terror.

Siria, Túnez, Nigeria, Mali, Estambul…, África, Asia, Europa, América, Oceanía, da igual el orden, da igual el número de países atacados. Todas, absolutamente todas y cada una de las víctimas asesinadas por los terroristas son igual de importantes a la hora de cerrar filas en torno a ellas. Y, una de las maneras posibles para este fin para hacer frente al terror es, sin duda, levantarse y…seguir viviendo.