Juntos como hermanos
Termina una época. 1975 ha muerto definitivamente. Nunca se ha producido una batalla tan reñida en la historia de la democracia con la del 20-D. Los votantes han interpretado que las instituciones tienen que ser dirigidas de una forma muy diferente de cómo se ha hecho hasta el momento. Y vaya si lo han hecho. Esas urnas dicen que es muy difícil llegar a pactos de mayoría absoluta. Lo nunca visto.
Termina una época. 1975 ha muerto definitivamente. Nunca se ha producido una batalla tan reñida en la historia de la democracia con la del 20-D. Los votantes han interpretado que las instituciones tienen que ser dirigidas de una forma muy diferente de cómo se ha hecho hasta el momento. Y vaya si lo han hecho. Esas urnas dicen que es muy difícil llegar a pactos de mayoría absoluta. Lo nunca visto.
Conclusiones. Muere el bipartidismo. Los viejos barones ceden parcela ante la imposibilidad de convencer a la sociedad de que siguen siendo la mejor opción. Llegan los jóvenes en forma de dos partidos que han conseguido aglutinar más de 100 de esos antiguos escaños. El pueblo decide que la mayoría absoluta es lo peor para la democracia. La moda es decir que mejor acompañados que mayorías, como si nadie se fiara de nadie.Todos juntos como hermanos vigilantes del otro.
Asistiremos a un gobierno con menos votos de los últimos 40 años si es que puede gobernar. Asistiremos, supuestamente, a un gobierno de coalición con votos de muy diversa ideología. Perversa combinación la que se puede producir. Tanto la derecha como la izquierda necesitarán un de un centro que va y viene según se ponga el sol. Los nacionalistas agazapados esperarán a mejores épocas. Y los jóvenes se verán como nuevos garantes de la estabilidad institucional a la que tan reacios se mostraban. Podemos y Ciudadanos han pasado de nacidos a adultos sin disfrutar ningún tipo de adolescencia.
Se presentan unas jornadas de pactos apasionantes, de juegos de tronos difíciles de encajar. Me veo haciendo cola como hoy hacia la mesa electoral dentro de pocos meses. Eligiendo nuevamente una papeleta ante la imposibilidad de formar gobierno con esta quiniela.
Llámenme pesimista pero este puzzle provocado por la Ley D,Hont nos va a dar más de un dolor de cabeza. Auguro más tertulias entre amigos, audiencias espectaculares de informativos y programas de actualidad a la altura del maravilloso entretenimiento. Es la hora de pactar.