Aquí no hay quien viva

Tras los resultados electorales de la noche de ayer, la primera intención que se me ha venido a la cabeza es de salir corriendo e instalarme en otro país y pasar páginas de una de las más trágicas jornadas de la inmadura sociedad española. Aquí sí que el “cliente” no tiene la razón. La decisión de una minoría mayoritaria nos puede llevar a todos al desastre.

Se ha votado con ánimo de venganza, de castigo y con la intención de repartir un “botín” que no existe. No hay nada que repartir. Estamos todos endeudados hasta las cejas y para poder repartir nos tienen que prestar, y parece que nadie nos va a prestar porque se trata de seguir dando cuerda a la cometa para que sigan chupando del bote los de siempre.

Muchas políticas sociales, mucho dar al que no tiene, pero nadie habla del 30% de economía sumergida que existe en nuestro país, de cómo combatir ese fraude de ayudas y prestaciones que existe, y lo tienen que decidir unas personas que no se juegan nada de su patrimonio personal y que todos viven del dinero público.

Desazón y hartura es lo que nos espera a los españoles. No sé que política de pactos nos va a regir en los próximos meses y qué será de nosotros pero mucho me temo que vamos a tener que fichar a Florentino Perez experto en hacer y deshacer equipos de un mes para otro y encima vender camisetas. (Otra cosa es que no siempre sale bien).

Espero de SMR, persona más que preparada y con una mano izquierda buena, que sepa poner un poco de cordura en los Sanchez, Riveras de este mundo aunque no esté dentro de sus funciones constitucionales. Llegado a este punto que Dios reparta suerte y nos coja a todos confesados. Más que nunca necesitamos del sorteo de Navidad y que nos toque el gordo o un décimo para poder seguir adelante.