El Chapo y su captura de serie B
La detención del Chapo Guzmán y todo lo que ha rodeado el operativo parece una película de serie B. Una captura con apariencia y despliegue a saco, videos y fotos oficiales a tutiplén, un actor de Hollywood en el ajo y una actriz maciza y mediocre en la salsa, y literatura a mansalva. Pero por encima de todo, muchas dudas.
La detención del Chapo Guzmán y todo lo que ha rodeado el operativo parece una película de serie B. Una captura con apariencia y despliegue a saco, videos y fotos oficiales a tutiplén, un actor de Hollywood en el ajo y una actriz maciza y mediocre en la salsa, y literatura a mansalva. Pero por encima de todo, muchas dudas.
Por ahora Sean Penn y la actriz que enamora al Chapo han pretendido quedar como unos intrépidos reporteros, aunque de lo conocido y visto solo colegimos que o les han utilizado y les han dejado a medias, o los oscuro de su intervención podría comprometer hasta sus vidas.
La versión oficial del operativo desplegado desde que se fugó de la prisión es incompleta. Las acciones policial/militares de las dos semanas previas a la captura son raras. Las horas previas componen un relato con excesivas lagunas. Algunos de los miembros del operativo policial tenían un aspecto impropio de fuerzas especiales encargadas de trincar al máximo enemigo de uno de los países más peligrosos del planeta.
Y la guinda es el video que el Chapo entrega a Rolling Stones, en el que responde a unas preguntas que supuestamente le entregó Sean Penn y que le formula un sicario mientras canta un gallo. Si el actor tuviera que ganarse la vida como periodista fracasaría. El Chapo del video casi inspira lástima, si no supiéramos que es uno de los tipos más malvados y repugnantes de un país en el que la maldad se esparce como el agua de la lluvia.
Hay en el mundillo de los servicios de información quienes manejan hipótesis nada descartables acerca del papel que han jugado la DEA y la CIA en la captura. No cabe duda que ha sido relevante a efectos de localizar al Chapo. Y al final, de lo difundido a través de informaciones y videos controlados al máximo pueden deducirse detalles que dejan a los protagonistas de la película en muy mal lugar. Ahora, a esperar a que El Chapo se fugue o le extraditen a los EEUU. Y si se consuma el traslado, a lo mejor hay sorpresas. Y a lo mejor el mero de los capos del narco mejicano termina por hacerse amigo y echar una mano. No sería el primero. Entonces la película mejoraría, pero por ahora es de serie B.