Y ahora llega "Zika"
Muchos felicitándose porque el ébola empieza a estar controlado y ahora llega “Zika”, un virus con sintomatología similar a la fiebre amarilla o el dengue que genera malformaciones fetales y severas microcefalias en recién nacidos. “Zika” lleva meses causando estragos en varios países latinoamericanos, donde los nadie son mayoría, pero ha sido llegar a los Estados Unidos para que salten las alarmas. Otra vez lo mismo. Han de llegar las desgracias a nuestros espacios de confort para que existan, porque mientras masacran a los nadie nos la bufan.
Muchos felicitándose porque el ébola empieza a estar controlado y ahora llega “Zika”, un virus con sintomatología similar a la fiebre amarilla o el dengue que genera malformaciones fetales y severas microcefalias en recién nacidos. “Zika” lleva meses causando estragos en varios países latinoamericanos, donde los nadie son mayoría, pero ha sido llegar a los Estados Unidos para que salten las alarmas. Otra vez lo mismo. Han de llegar las desgracias a nuestros espacios de confort para que existan, porque mientras masacran a los nadie nos la bufan.
Y la preocupación crece, porque claro, ahora el riesgo es que en breve “Zika” llegue a Europa, porque en menos de un mes se sabe que ha doblado su presencia geográfica. Ahora, como nos roza a los que nos autodenominamos primer mundo, el dinero corre y se buscan antídotos y se investiga el origen para perseguir el virus, y se preparan los laboratorios para el business.
No aprendemos. Siempre la misma milonga desesperante. Lo pillan los que mueren la vida y no le dedicamos un minuto. Se aproxima a nosotros, nos roza, y ponemos toda la carne en el asador en su combate. Y en breve nos felicitaremos porque hemos podido con él, y por el camino algunos habrán hecho una pasta. Más de lo mismo. Lo de siempre. Y después de “Zika” será otro. Otro que ya existe, pero no nos hemos enterado, porque no nos importa. Y no tiene nombre. Tendrán antes que infectarse o morir muchos nadie para que nos enteremos y nos pongamos manos a la obra. Qué asco.