Pornoecologistas
Los amigos de las ballenas, es decir, todos aquellos ecologistas dedicados al salvamento de estos magníficos cetáceos y que probablemente se sintieron inspirados por la película “Liberad a Willy”, han encontrado un nuevo filón para mantener sus actividades a flote y poder seguir enfrentándose a la flota japonesa en una especie de repetición de la historia como farsa de la Guerra del Pacífico.
Los amigos de las ballenas, es decir, todos aquellos ecologistas dedicados al salvamento de estos magníficos cetáceos y que probablemente se sintieron inspirados por la película “Liberad a Willy”, han encontrado un nuevo filón para mantener sus actividades a flote y poder seguir enfrentándose a la flota japonesa en una especie de repetición de la historia como farsa de la Guerra del Pacífico.
El filón no es otro que el porno, un negocio que mantiene a un porcentaje muy importante de varones dentro de los límites de la cordura. La web PornHub dedicará una pequeña suma de los ingresos por publicidad que ganan con cada peliculita visionada a esta noble tarea de salvar a esas Willies que recorren los océanos cantando óperas subacuáticas y comiendo plancton (o focas, que tampoco hay que renunciar a la carne).
Si algún varón con sensibilidad ecológica se sentía mal por aliviar sus necesidades viendo porno, ahora podrá sentirse un poquito mejor sabiendo que sus debilidades ayudarán al objeto de su preocupación. Es posible que incluso algún que otro entusiasta se haga profesional de la cosa y se pase el día viendo porno con la excusa de salvar a las ballenas. Y a ver quién le reprocha ahora que vea porno muy a menudo.
“¿Pero no ve que estoy salvando a las ballenas?”, diría indignado.
Ahora bien, esto podría sentar un precedente peligroso para otro tipo de actividades que también requieran de la buena voluntad del pueblo. ¿Se imaginan a Ada Colau montando una campaña con YouPorn para recaudar fondos para vaya saber usted qué ocurrencia? No sería nada extraño, toda vez que en su equipo de campaña ya había “pornoartistas”.
En cualquier caso, parece que con esta iniciativa las ballenas no sólo están salvadas, sino que yo diría que tienen un futuro muy prometedor.