Todo es todo

Todo forma parte de todo. Heladas en Rusia, sube el precio del pan en mi pueblo. China se desacelera y todos temblamos. La señora Yellen no sube los intereses. Eso quiere decir que no se acaba de fiar de la buena marcha de la economía americana y diez puestos de trabajo perdidos en otro pueblo, donde una empresa vendía algo en Estados Unidos. Sharapova dice que se ha drogado, Tag Heuer le retira la publicidad y dos empleados de la agencia se van a la calle.

Todo forma parte de todo. En Internet se puede consultar lo que se quiera…desde casa. Es verdad que en la biblioteca se está bien, haces amigos y te tomas un café con ellos a media mañana…Pero hoy tengo pereza -hace mucho frío-, conecto el ordenador y a navegar. Empiezo por la Biblioteca del Congreso americano, sigo por la Biblioteca Nacional y acabo en la de Alejandría. ¡Vaya vuelta! Realmente, me he distraído un poco y he perdido un poco el tiempo, cosa que no me pasa en la biblioteca a la que suelo ir, porque el ambiente de trabajo ayuda y también ayuda la concentración en un tema concreto.

Pero esto es más divertido y más fructífero, si no me distraigo excesivamente.

Y eso pasa y pasa y pasa…y en Gran Bretaña cierran 350 bibliotecas y 8.000 personas pierden su trabajo.

Todo forma parte de todo. Todo repercute en todo.

Como consecuencia, tardo más tiempo en leer los periódicos. Ahora los leo con papel y boli. Llego a la primera noticia y me pregunto: «¿en qué me afecta a mí?» Y lo mismo en la segunda y en la tercera y así hasta el final.

Descanso en las páginas de deportes. Pero poco, porque hoy veo que mi equipo ha fichado a un jugador famoso. Pienso que se llenará el estadio y me lanzo a pedir presupuesto para ampliar mi chiringuito de venta de bocadillos y refrescos en los descansos; voy a un banco, pido un crédito, me dan un poco más de lo que necesito, me compro un par de caprichos y estimulo la economía.

Eso me pasa por leer el periódico de una manera científica y por haberme dado cuenta de que todo forma parte de todo.