Elucubraciones quijotescas
Es posible que Kurt no haya leído el Quijote. Seguramente, tampoco ha leído «La tragicomedia de Calisto y Melibea», que se hizo famosa con otro título: «La Celestina».
Es posible que Kurt no haya leído el Quijote. Seguramente, tampoco ha leído «La tragicomedia de Calisto y Melibea», que se hizo famosa con otro título: «La Celestina».
¡Cómo utiliza este señor las tizas de colores! Copia a Rembrandt y las piernas del cadáver salen de la pared tapando la estatua que está, aparentemente, detrás.
Aparentemente, porque no es lo que parece. Como dice Cervantes en el Quijote, «no es oro cuanto reluce». Cuando te explican algo, hay que profundizar hasta que lo entiendes. Cuando ves algo, no hay que fiarse de la primera vista. En este caso, cuando ves las piernas del cadáver saliendo de la pared, puedes acercarte, que no salen. Es un efecto óptico. No es lo que aparenta. No es oro cuanto reluce.
Lo dice Cervantes en el Quijote (1605), pero lo dijo antes (1499) Fernando de Rojas, a quien se atribuye la Celestina.
¡Qué cosas! ¡Qué conjunto de inventos y de copias! Porque pintar con tiza es muy fácil. Yo pinté mucho en el colegio. Pero utilizar la tiza como la emplea Kurt sí que es un hallazgo.
Y luego, doble copia: primero a Rembrandt, queriendo; y después, sin querer, copia doble, con el refrán de lo que reluce el oro: de Kurt a D. Miguel y de D. Miguel a D. Fernando.
Orson Welles, en su película sobre don Quijote, le hizo maravillarse a Sancho Panza de los adelantos de la televisión, a lo que contestó don Quijote: «no hay nada nuevo bajo el sol, amigo Sancho». (Copiado del Eclesiastés).
Seguro que si Kurt se llega a enterar de mis elucubraciones sobre La Celestina, el Quijote, Rembrandt, Orson Welles y el Eclesiastés, coge un borrador de aquellos que teníamos en el cole, borra el cuadro y se va a su casa para estar tranquilo.