Los nadie en la basura
La foto de Josue Decavele ha sido una regresión a 2014, cuando rodeado de mis Cuerdos de Atar, recorrimos los cinco continentes buscando la tierra de los nadie de Galeano, para reflejar en una serie documental tantas historias de seres humanos que ayudan a otros seres humanos que sufren. En esos viajes a la miseria constaté que hay una constante en torno al sufrimiento de los desheredados de la tierra: la vida en los basureros, en los vertederos, la basura como compañera cada día de tu vida. Y es un horror, y es igual en todos los países del planeta, no digamos nada en los más pobres.
La foto de Josue Decavele ha sido una regresión a 2014, cuando rodeado de mis Cuerdos de Atar, recorrimos los cinco continentes buscando la tierra de los nadie de Galeano, para reflejar en una serie documental tantas historias de seres humanos que ayudan a otros seres humanos que sufren. En esos viajes a la miseria constaté que hay una constante en torno al sufrimiento de los desheredados de la tierra: la vida en los basureros, en los vertederos, la basura como compañera cada día de tu vida. Y es un horror, y es igual en todos los países del planeta, no digamos nada en los más pobres.
Cuatro muertos y 18 desaparecidos y 7 vehículos sepultados en Guatemala tras producirse dos deslizamientos en el basurero más grande del país. En ese almacén de porquería trabajaban 1.000 personas. Cada día se depositan ahí entre 1.000 y 1.500 toneladas de basura que genera la ciudad. En la foto se nos presenta un cadáver que parece absorbido por la mierda y por la tierra, y colegas y amigos que junto a los funcionarios que les atendieron constatan que no hay nada que hacer.
Pero la tierra se los traga cada día. Y son muchos en todo el mundo. Son muchos los nadie que viven y trabajan en los vertederos, donde el olor es insoportable, y donde la salud peligra. Pero ahí están, niños, mujeres y hombres que no tienen otra, jodidos, rejodidos como escribió Galeano, muriendo la vida entre nuestra mierda, abandonados a su mala suerte.
No es demagogia. He recorrido con una cámara tantos vertederos en tantos sitios que he deseado que además de la imagen fuera posible registrar el olor. He visto tanto dolor, tanto sufrimiento del que llega hasta el tuétano, que creo que sería necesario que todos quienes vivimos en el confort pisáramos alguna vez uno de estos vertederos, y conviviéramos con quienes se ganan la vida, o la muerte, en estas condiciones. Si fuera así quizá existiera más conciencia social, y entre todos podríamos construir un mundo mejor para nuestros hijos. Pero no será, los basureros crecerán, los nadie serán cada día una legión de parias mayor, y de cuando en vez una foto nos conmocionará unos minutos antes de irnos a comer y tirar lo que nos sobre al cubo, que terminará en el vertedero. Y los nadie seguirán en su basura. Jodidos. Rejodidos.