La sonrisa de Dilma...

…está forzada, como forzada está su estadía en el gobierno, y como forzado es decir hoy que Dilma, así como Maduro o Cristina son de izquierdas.

El daño que le han hecho las desviaciones de Dilma y Lula, al igual que Maduro y Cristina, a la izquierda latinoamericana, aunque superable, no deja de ser grave, ya que ellos han sido parte del resurgir de la izquierda dirigido por Hugo Chávez, y a su vez están siendo los sepultureros de una etapa que pudo ser una oportunidad de oro, y la han tirado por el caño del inodoro.

Otra izquierda pareciera prepararse para, deslindados de un legado más negativo que positivo, reconectarse con el clamor popular y las demandas de los pueblos latinoamericanos, planteando un modelo distinto al capitalista, que volverá al poder, aunque por poco tiempo, como castigo de un pueblo noble a la traición de unos dirigentes que desviaron su camino a través del laberinto de la corrupción y la seducción del sistema capitalista global.

La lección debe ser: cuando digas al pueblo que gobernarás hacia la izquierda, no te voltees en el camino, porque entonces, el pueblo te volteará a ti, inevitablemente.

Mientras tanto, Dilma debe acomodar la sonrisa, porque terminará siendo la tonta útil de un Lula que se extravió en el elogio de la derecha, y se olvido de la humildad que pregonaba.