Malos pensamientos
Nunca me gustó el Brexit. Pensaba que, con lo difícil que es conseguir que unas naciones se pongan de acuerdo en algo, es una pena que una se vaya. A menor escala, creo que es una pena que una Comunidad Autónoma se quiera ir por razones históricas, pseudo-históricas o porque Madrid nos roba.
Nunca me gustó el Brexit. Pensaba que, con lo difícil que es conseguir que unas naciones se pongan de acuerdo en algo, es una pena que una se vaya. A menor escala, creo que es una pena que una Comunidad Autónoma se quiera ir por razones históricas, pseudo-históricas o porque Madrid nos roba.
Algunos del Reino Unido se quieren ir de Europa. No creo que haya razones históricas ni que piensen que Bruselas, Frankfurt o quien sea se les está llevando los dineros.
Leo esta noticia e, inmediatamente, me entra la duda: ¿será que todos los que quieren irse están pagados por las sociedades qataríes, los carteles mexicanos o la mafia rusa? Supongo que alguna sociedad qatarí -por ejemplo, la que paga las camisetas del Barça- será honrada, cosa que me cuesta mucho pensar de algún cartel mexicano o de algún mafioso ruso.
¡Qué complicado es todo! ¡Qué difícil es ver las consecuencias de cualquier decisión! Lo que parecía una cuestión económica o, a lo sumo, un poco emocional, resulta que favorece a unos cuantos impresentables que circulan por ahí.
No me gusta pensar mal de la gente, pero, hasta el 23 de Junio, cada vez que vea a alguien defender el Brexit, tendré la tentación de preguntarle: «a usted, ¿quién le paga?»