Venezuela en coma

A Pablo Iglesias y sus cuates les revienta y se dicen cansados de que les saquen a relucir Venezuela. Pero es inevitable, porque toda su actividad política hasta el nacimiento de Podemos se ha desarrollado al amparo de Hugo Chávez, con papel relevante, de fondo, en la cocina de ese régimen corrupto que, tras el desastre de Carlos Andrés Pérez, ha llevado al país a un estado de coma.

Lo ha escrito Guillermo Gortázar, un estudioso, en su último libro: “Lo malo es que lo que va a producir Podemos, como su modelo chavista-venezolano, es más corrupción, menos democracia, libertad mediatizada, decadencia económica generalizada y gasto público disparatado. El ascenso del populismo es lo peor que le puede pasar a España, porque en lugar de resolver los problemas los va a agudizar. Además, una vez que el populismo llega al poder, consigue mantenerse utilizando el engaño y la propaganda. El populismo tiene una extraordinaria capacidad de permanencia y adaptación. Incluso más que el totalitarismo. Es casi imposible erradicar el peronismo de Argentina por su legitimación plebiscitaria. En Venezuela, el chavismo triunfó por la frustración que generaron los partidos tradicionales. En México el PRI se ha mantenido durante más de un siglo y está en el fondo de la deficiente democracia, corrupción y violencia. La experiencia demuestra que es muy difícil desalojar al populismo del poder, porque adopta ropajes democráticos y penetra con intensidad en amplias capas sociales”. Y va sobrado de razón.

Venezuela no es una broma. La falta de libertades, la ruina económica y moral, los presos políticos, la asfixia del régimen son una realidad que tiene consecuencias más allá de las fronteras del país. Por la influencia que han tenido ellos en otros países de la región, y porque Venezuela es a su vez, como muy bien ha explicado Moisés Naim, una invasión consentida, en un acontecimiento político soprendente y sin precedentes. Venezuela, nueve veces más grande que Cuba, con el triple de población y una economía cuatro veces mayor, con las principales reservas de petróleo del mundo, ha delegado buena parte de las funciones del estado en funcionarios cubanos o son directamente controladas por La Habana. Una conquista sin disparar un solo tiro. El control de Cuba llegó al punto de cómo manejó el cáncer que acabó con la vida de Chávez: confió solo en los mécios de Fidel y se trató en secreto hasta su fallecimiento allí.

Venezuela está en coma. Muchos han contribuido eficazmente a que llegue a este estado. Es obligación de la Comunidad Internacional contribuir a salvar la vida de los venezolanos.