MyTO

Derecho a aburrirse

La civilización es una capa muy fina. Los militares de la foto me han hecho pensar en todos esos ciudadanos a quienes les parece una humillación hacer cola en el aeropuerto. Como si el progreso no pasara por la necesidad de protegerse frente al terrorismo. Como si el hombre, en suma, no llevara siglos afinando su salvaguarda. Solo hay que ver los burgos medievales, grandes fortalezas para evitar al máximo posible las acometidas de otros bárbaros para saquear los bienes, matar o llevarse a las mujeres.

Opinión
  • Laura Fàbregas (Barcelona, 1987) se licenció en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona. Sus primeros pasos en el periodismo los dio en Catalunya Ràdio, cubriendo la información política desde Madrid. También trabajó en la corresponsalía de Roma de la emisora radiofónica Cadena Ser, y posteriormente estuvo cinco años trabajando para la delegación catalana de El Español hasta incorporarse en la sección de Nacional, donde abarcó la actualidad del Gobierno. Su última etapa antes de desembarcar en The Objective fue en Vozpópuli como redactora de política.

La civilización es una capa muy fina. Los militares de la foto me han hecho pensar en todos esos ciudadanos a quienes les parece una humillación hacer cola en el aeropuerto. Como si el progreso no pasara por la necesidad de protegerse frente al terrorismo. Como si el hombre, en suma, no llevara siglos afinando su salvaguarda. Solo hay que ver los burgos medievales, grandes fortalezas para evitar al máximo posible las acometidas de otros bárbaros para saquear los bienes, matar o llevarse a las mujeres.

Pese a los ataques indiscriminados de esos nuevos bárbaros que son los yihadistas, en Occidente hemos conjurado el miedo a la muerte hasta tal punto que ya no reconocemos nuestro propio éxito, del mismo modo que se deja de percibir la comodidad de un buen colchón. Por eso triunfan los movimientos basados en la queja o que apelan constantemente a hacer Historia, para poner una nota de emoción en las vidas burguesas.

Como si no viéramos que desesperarse en la cola de un aeropuerto sigue siendo bastante mejor que morir de hambre o lapidado. Esa espera de 5 o 10 minutos es la diferencia aproximada entre civilización y barbarie. Entre quienes construyen aviones y quienes los hacen estallar en pleno vuelo.