Ni que venga el Papa...
… podrá establecerse un diálogo verdadero, con frutos concretos para el pueblo venezolano, mientras se preserve el esquema de negociación. Es sencillo, un país donde según la última encuesta de la UCAB 55% no se identifica ni con la oposición ni con el gobierno, no puede verse representado en un diálogo entre dos cúpulas que sólo representan el 45%.
… podrá establecerse un diálogo verdadero, con frutos concretos para el pueblo venezolano, mientras se preserve el esquema de negociación. Es sencillo, un país donde según la última encuesta de la UCAB 55% no se identifica ni con la oposición ni con el gobierno, no puede verse representado en un diálogo entre dos cúpulas que sólo representan el 45%.
En Venezuela, la iglesia católica es considerada en general, como una institución partidizada a favor de la oposición de derecha, y esto impide o invalida su capacidad de ser mediador, sin embargo, el Papa, es muy bien visto por maduristas y opositores de derecha, esto implica que hasta ahora es el mejor actor internacional para una mediación entre la polarización, pero si no se entiende que el país es mucho más que dos, entonces todos los esfuerzo que pueda hacer el Papa, podrían ser inútiles, si nadie le dice que para lograr el objetivo final del diálogo, que no es más que favorecer al pueblo venezolano, y no a las cúpulas maduristas u opositoras de derecha, debe sentar a dialogar a todos aquellos que tienen propuestas puntuales para salir de la crisis, estando así destinado al fracaso más rotundo de su historia.
Es por todo lo anterior que, se convierte en imprescindible que cualquiera que desee ser mediador, más que interventor, tenga un mapa claro de quienes vienen discutiendo de manera sincera a Venezuela, y que tengan una verdadera voluntad a favor de las mayorías. Ojalá el Papa sea bien aconsejado.