MyTO

Los españoles inermes

El pistoletazo del putsch por etapas en Cataluña brinda una oportunidad irrepetible para la creación de un frente constitucional. No existirá una excusa mejor para que España culmine de una vez por todas su transición e ingrese en la modernidad democrática. Hemos podido comprobar que las fuerzas políticas desconfían de la madurez de sus electores. Hete aquí que el golpe en slow motion del nacionalismo ofrece a todos los partidos una contundente coartada que exhibir ante sus votantes, ya que líderes y aparatchiks les presumen cautivos de sus mismas servidumbres ideológicas.

Opinión
  • "Periodista. Me gustaría poder decir que aprendí el oficio en el Shinbone Star pero fue menos épico. Trataré de no olvidar, lector, que su tiempo es escaso"

El pistoletazo del putsch por etapas en Cataluña brinda una oportunidad irrepetible para la creación de un frente constitucional. No existirá una excusa mejor para que España culmine de una vez por todas su transición e ingrese en la modernidad democrática. Hemos podido comprobar que las fuerzas políticas desconfían de la madurez de sus electores. Hete aquí que el golpe en slow motion del nacionalismo ofrece a todos los partidos una contundente coartada que exhibir ante sus votantes, ya que líderes y aparatchiks les presumen cautivos de sus mismas servidumbres ideológicas.

Estas no son oraciones dictadas por la melancolía. El sectarismo y la bisoñez de los partidos leales a la Carta Magna han mantenido durante demasiado tiempo a los españoles inermes frente a la mayor agresión que ha sufrido su soberanía (su democracia, o sea) desde el 23 de febrero de 1981.

Mariano Rajoy ha aceptado el encargo de Felipe VI para buscar los votos que le permitan formar un gobierno y ya ante los periodistas mostró su disposición a realizar transacciones políticas para conseguir el apoyo de sus adversarios. Para algo ha servido esta artificiosa segunda vuelta. La XI legislatura nació muerta y la XII ha llegado al menos a la incubadora. Las negociaciones del PP con Ciudadanos están, con toda seguridad, más avanzadas de lo que Albert Rivera está dispuesto a reconocer. Así que, tal y como ha ocurrido desde el pasado 20 de diciembre, la gran historia política es la historia de Pedro Sánchez. El líder socialista está condenado a decidir.