Pasos
Rajoy sabe de caminatas. Coincido con él, ya que comparto querencia y práctica por el andar haciendo camino, en que el primer paso es fundamental. Sobre todo porque normalmente vence perezas y articula el discurso. Tengo dicho que a mí me gusta escribir mientras ando. He pergeñado obras maestras durante la hora diaria de pateada a marcha militar que me impongo como ejercicio desintoxicador de tanta mala vida. Luego me siento en el duro banco del estudio y la realidad dictamina la certeza cruel de que la genialidad estaba en otra parte.
Rajoy sabe de caminatas. Coincido con él, ya que comparto querencia y práctica por el andar haciendo camino, en que el primer paso es fundamental. Sobre todo porque normalmente vence perezas y articula el discurso. Tengo dicho que a mí me gusta escribir mientras ando. He pergeñado obras maestras durante la hora diaria de pateada a marcha militar que me impongo como ejercicio desintoxicador de tanta mala vida. Luego me siento en el duro banco del estudio y la realidad dictamina la certeza cruel de que la genialidad estaba en otra parte.
Pese a todo, el paso pertinaz sirve también para fortalecer la paciencia de los impacientes por naturaleza. El cálculo. Y la clarividencia de que somos la medida de todas las cosas.
Desconozco, a estas alturas del desaguisado, si los pasos de Rajoy darán los resultados necesarios para no incurrir en el ridículo de unas terceras elecciones en las cuales (spoiler) me abstendré por un prurito de vergüenza ajena y apego a la seriedad cívica. De momento, no tenemos otra cosa que un primer paso de una larga caminata entre PP y C’s.
Los socialistas, o lo que queda de ellos, parecen más preocupados en recuperar la bolsa de votos de su bolsillo izquierdo que en avanzar por el camino de la responsabilidad y el pragmatismo bien entendidos. Saben bien que la estabilidad de la gestión gubernamental es prioritaria dentro del marco europeo. Sin embargo juegan todavía a los pueriles bandos de diestra y siniestra. Ellos, que han visto más mundos inhóspitos que el replicante de Blade Runner.
Si a Pedro Sánchez le preocupa el rédito electoralista de una cabal abstención del PSOE en la investidura de Rajoy y una negociación necesaria de los presupuestos, siempre puede apelar a su extravagante y extraviada alma rojeras: “Un paso adelante, dos pasos atrás”, dijo Lenin.
Resumiendo: ahora al PSOE le toca ponerse a caminar. Y a los políticos patrios (catalanes incluidos y sin grupo propio), les recomiendo El paseo de Robert Walser para disfrutar/reflexionar en vacaciones.
Todo en la vida es una cuestión de pasos. A seguir.