Reporteros de ojos grandes
La imagen de unos niños indios sentados en círculo con unos papeles en la mano habría pasado desapercibida para mí si no hubiese tropezado con la mirada intensa de los ojos de uno de los reporteros. Por otro lado, el hecho de titular la noticia de ese modo extraño, mediante el uso de la palabra extranjera “balaknama”, ayuda a atrapar la atención de cualquier lector. Así que sigo leyendo y me entero de que los papeles de la fotografía son hojas de un periódico de ocho páginas editado por ellos mismos.
La imagen de unos niños indios sentados en círculo con unos papeles en la mano habría pasado desapercibida para mí si no hubiese tropezado con la mirada intensa de los ojos de uno de los reporteros. Por otro lado, el hecho de titular la noticia de ese modo extraño, mediante el uso de la palabra extranjera “balaknama”, ayuda a atrapar la atención de cualquier lector. Así que sigo leyendo y me entero de que los papeles de la fotografía son hojas de un periódico de ocho páginas editado por ellos mismos.
Parece increíble que un periódico infantil cuente con más de sesenta reporteros de Delhi y otros lugares dispuestos a salir de la rutina diaria, sobrevivir en la calle y contar lo que pasa reflejándolo por escrito cada tres meses. El periódico les sirve para olvidar su vida en la miseria, sin escuela en la mayoría de los casos. También les sirve para no olvidar, y que sus lectores no olviden la verdad. Tendrán que denunciar las injusticias donde las haya, criticar o elogiar la sociedad a la que pertenecen. En este desahogo trimestral, los héroes de la pequeña Lilliput moverán conciencias dormidas, crearán opinión y, llegado el caso, salvarán vidas. El periódico es información y la información es poder.
Los reporteros de “Balaknama” prefieren la prensa escrita en papel a la prensa electrónica en una sociedad en la que todos parecen tener prisa y la gente lee menos cada día.
Están locos estos chavales por querer cambiar el mundo con la palabra, escribiendo líneas, disparando fotos, eligiendo viñetas, haciendo preguntas y buscando respuestas.
Me pareció hermoso ver cómo giraba la fotografía desde los ojos inmensos que me miraban desde las cinco y veinticinco y viajar en sentido contrario a las agujas del reloj…