Resacón en Las Ramblas
Y otra vez la verbena del 11-S. Y otra vez la estatua a Casanova; un día le cagan las gaviotas y otro le llueven flores, que Barcelona es «rosa de foc», y desde que sabemos hay tradición de Juegos Florales a la sombra de un austracista y de un burgués. «Mort al Borbó», gritaron por la noche, con capuchas y mechero. Cataluña, 2015. La gente de Barcelona, la pura gente de Barcelona que escribiera alguna vez Azúa, cuando evocaba su infancia y ese nacionalismo que tuvo ‘cuarenta años’ de conformismo en los palacetes de la Bonanova. El ‘avance.cat’ está en que el anarcocatalanismo haya absorbido a los hijos de Pujol. La CUP y la democracia cristiana que se lo llevaba crudo a Andorra, previo rezo en Montserrat.
Y otra vez la verbena del 11-S. Y otra vez la estatua a Casanova; un día le cagan las gaviotas y otro le llueven flores, que Barcelona es «rosa de foc», y desde que sabemos hay tradición de Juegos Florales a la sombra de un austracista y de un burgués. «Mort al Borbó», gritaron por la noche, con capuchas y mechero. Cataluña, 2015. La gente de Barcelona, la pura gente de Barcelona que escribiera alguna vez Azúa, cuando evocaba su infancia y ese nacionalismo que tuvo ‘cuarenta años’ de conformismo en los palacetes de la Bonanova. El ‘avance.cat‘ está en que el anarcocatalanismo haya absorbido a los hijos de Pujol. La CUP y la democracia cristiana que se lo llevaba crudo a Andorra, previo rezo en Montserrat.
Y otra vez, por septiembre, el matonismo tuitero de Rufián, caliente en castellano dialéctico, charnego venido arriba al que le pagamos el agua y los azucarillos en las Cortes con cargo a los presupuestos. Al Pijoaparte,a Rufián, le dieron un tuiter y una semana en Andorra. Desde entonces guía al pueblo con el deje impuro de un olivarero de Jaén. Y siempre los de abajo del Ebro, con anemia y fama de invasores, que lo que no entra en el mapa de TV-3 es Murcia, tierra conquistadora que les hizo el Metro al son de la taranta.
Los Juegos Florales del 11-S. Puigdemont habló a la ciudad y al mundo. La independencia imparable, con el calentón de la masa; después el matiz, el ‘sin embargo’, el marear la perdiz por ver si entre el ‘Adéu Espanya’ cae otro saco de billetes, de billetes con validez en Zamora y Palamós.
De la teta del nacionalismo catalán beben todos, y la clave está en los tiempos. Más la condición humana, entera, entonando «Els Segadors».