Réquiem de un minuto
Conserva el Congreso, en pie, una solemnidad que yo daba por perdida. Ese levantarse de sus señorías es el único acuerdo unánime que queda ya en San Jerónimo. Algo que no tiene que ver con la política, sino con la educación. Casi tanto como el aplauso del 78 del otro día ante el esperpento de Rufián. Ayer los diputados de Unidos Podemos corrieron con el circo al pasillo antes que guardar tan sólo un minuto de silencio… por Rita Barberá.
Conserva el Congreso, en pie, una solemnidad que yo daba por perdida. Ese levantarse de sus señorías es el único acuerdo unánime que queda ya en San Jerónimo. Algo que no tiene que ver con la política, sino con la educación. Casi tanto como el aplauso del 78 del otro día ante el esperpento de Rufián. Ayer los diputados de Unidos Podemos corrieron con el circo al pasillo antes que guardar tan sólo un minuto de silencio… por Rita Barberá.
El Congreso en pie. Durante el minuto de silencio cada uno que mire donde quiera, o donde pueda. Como en un cuadro de Velázquez. Nadie sabe nunca bien qué hacer con las manos. Ayer quedaron retratados, unos y otros, en tan sólo un minuto. Los diputados de Unidos Podemos se dieron a la fuga mientras las campanas aún tocaban a muerto. En las redes sociales algunos ya les habían tomado la delantera en eso de no respetar ni a los muertos. Los minutos de silencio no son otra cosa que una muestra de respeto, pero Iglesias y compañía tienen que aparentar que están por encima hasta de las instituciones. De la humanidad misma… Ni los cuervos rompen filas cuando se mueren los muertos.
La deshumanización como síntoma irrefutable. Se nos ha ido la sociedad de las manos. Leyendo las redes sociales ayer uno se cercioraba de que ya no es que vengan los bárbaros, es que a los bárbaros los parió este sistema. Y no sé dónde ha ido a parar la compasión. A Rita Barberá, muerta, no hay que ponerle un altar, ni defenderla. Sólo guardar un minuto de silencio.
Decía Garzón en Twitter no sé qué cosas de “respetar a las personas y atacar a las ideas”. Los hay que no respetan nada.
“Como un naufragio hacia dentro nos morimos”. Lo escrito en las redes sociales ahí queda, como síntoma mayor de la podredumbre intelectual y moral de algunos. España, “con su naufragio por dentro”.