Un lector apasionado y voraz
El viernes se murió en Barcelona un editor irremplazable. Un editor que era, sobre todo, un lector apasionado y voraz. Claudio López Lamadrid era una de esas personas que de veras hacen del mundo un lugar mejor y que sus amigos y colegas no podremos reemplazar.
El viernes se murió en Barcelona un editor irremplazable. Un editor que era, sobre todo, un lector apasionado y voraz. La mayoría de los editores de su nivel leen apenas los libros que tienen que publicar, bastante tienen con eso. Pero el caso de Claudio López Lamadrid era distinto, lo había leído todo y, lo que era peor, lo seguía leyendo todo, como demostraban los correos que a menudo escribía a sus colegas para felicitarles por la publicación de tal o cual libro. Como buen lector, que sabe que son muchos los libros y poco el tiempo para leer, huía del rebufo de la novedad, y muchas veces los leía bastante tiempo después de su publicación. Sus correos, además de animar y llenar de orgullo al receptor, eran un recordatorio de que la parte fundamental de nuestro oficio es la lectura y que no basta con leer lo que uno podría publicar, que hay leer también lo que uno debería haber publicado, que el olfato hay que afinarlo constantemente, que de no hacerlo termina perdiéndose.
Trabajó como pocos para hacer de la literatura en español un espacio común en el que los mejores libros escritos en nuestro idioma pudieran llegar a los lectores con independencia de donde hubieran sido escritos o publicados, para hacer que los mercados no se impusieran sobre el talento. Un editor que entendía nuestro sector como una gran comunidad cuya salud —es decir, su diversidad, fortaleza y cohesión, pero también la calidad de los libros que publicamos— era un bien a superior al de los intereses particulares de las empresas que forman parte de él .
Claudio era un hombre con muchos y muy buenos amigos que transmitía una envidiable joie de vivre, una persona generosa, expansiva y cercana que siempre te hacía sentirte estimado. Una de esas personas que de veras hacen del mundo un lugar mejor y que sus amigos y colegas no podremos reemplazar.