Historia de un divorcio
En la nueva pelicula de Noah Baumbach, Historia de un matrimonio, Charlie y Nicole rompen sin que exista una razón clara. El enfriamiento acaba en un proceso de divorcio aparatoso, caro y espectacular, con abogados millonarios que juegan sucio y una lucha por la custodia de su único hijo. La posibilidad de una solución amistosa sin abogados desaparece. El sistema da incentivos para jugar sucio.
En la nueva pelicula de Noah Baumbach, Historia de un matrimonio, Charlie y Nicole rompen sin que exista una razón clara. El enfriamiento acaba en un proceso de divorcio aparatoso, caro y espectacular, con abogados millonarios que juegan sucio y una lucha por la custodia de su único hijo. La posibilidad de una solución amistosa sin abogados desaparece. El sistema da incentivos para jugar sucio.
Charlie y Nicole tienen bastante dinero pero se lo gastan en el proceso de divorcio. Ella renegocia la hipoteca de la casa de su madre, él usa el dinero de una beca muy cuantiosa para costear el proceso judicial. En Moneyland, Oliver Bullough escribe que ante la obsesión estadounidense con los litigios, hay millonarios que trasladan muchos de sus activos a paraísos fiscales para no perderlos en procesos de divorcio. “En 2013, una mujer rusa ganó 53 millones de libras en el mayor juicio de divorcio de la historia, después de que sus abogados consiguieran desenredar la extensa web de estructuras offshore que había creado su marido para intentar negarle acceso a sus activos”.
En otro caso sorprendente, un multimillonario saudí, para poder divorciarse de su mujer sin tener que darle nada, se convirtió en embajador en Londres de la isla de Santa Lucía, en el Caribe. De ese modo, consigue inmunidad diplomática y no puede ser juzgado.
Por una parte, el sistema judicial incentiva el litigio. Por otro, el sistema financiero incentiva el blanqueo. En ambos casos se convierte en una cuestión de “realismo”. No seas tonto, te lo van a quitar todo.