MyTO

Tercera y cuarta España

«Tras su incorporación en el Gobierno, Podemos se ha integrado definitivamente en el gran partido de Estado de la democracia, el PSOE»

Opinión

Reuters

  • Periodista y miembro de la redacción de ‘Letras Libres’ y autor de ‘Mi padre alemán’ (Libros del Asteroide, 2023).

En un reciente artículo en la web CTXT, el sociólogo Emmanuel Rodríguez afirma que Podemos, o el espacio poscomunista y post-15M, se ha reformulado en la izquierda clásica, de Estado, la de toda la vida. “Con su secretario general, su ‘organización organizada’ en torno a la pareja regia, sus pretensiones de boato, responsabilidad y orden, hoy Podemos es el eurocomunismo redivivo.” Tras su incorporación en el Gobierno, Podemos se ha integrado definitivamente en el gran partido de Estado de la democracia, el PSOE: como apéndice idealista sin gran responsabilidad ni presupuesto.

¿Qué fue del 15M y de la lógica antiestablishment de Podemos? Se puede hacer una lectura similar con Ciudadanos. ¿Qué fue de la Tercera España antibipartidista? La primera pregunta se responde fácil: ha sido integrado en el establishment de manera acrítica. La izquierda “radical” como fase y paso previo para alcanzar el poder. La segunda es un poco más difícil de responder: murió como consecuencia de cesarismos, falta de democracia interna y una ideologización mal calculada.

Pero ambas preguntas son importantes ante un PSOE convertido en el gran partido de Estado, aglutinador y asfixiante, que absorbe todo el espacio del “sentido común” y que se plantea como el único dique de contención frente a los bárbaros. Son preguntas que no tienen que ver con la ideología sino con el pluralismo político y la descentralización del poder.

Hoy todo proyecto de izquierdas ha de pasar antes por el PSOE, que bajo la presidencia de Pedro Sánchez es indistinguible del gobierno y del Estado. Como escribe Rodríguez, “la mayor parte de la izquierda se congracia con el nuevo ejecutivo constituido el pasado enero”. Y la idea de un espacio liberal de centro ha vuelto a ser lo que siempre ha sido: el proyecto idealista, un poco ingenuo y naïf, de unos cuantos profesionales liberales reunidos en un bar.