Enviado especial a casa: la garita
«Las fiestas religiosas de primavera han demostrado que los edificios y sus balcones se ubicaron en la ciudad como un patio de butacas donde ver la Pasión, la Muerte y la Resurrección; ahora las ventanas y los balcones de este vieja corrala son sillas de platea»
Las fiestas religiosas de primavera han demostrado que los edificios y sus balcones se ubicaron en la ciudad como un patio de butacas donde ver la Pasión, la Muerte y la Resurrección; ahora las ventanas y los balcones de este vieja corrala son sillas de platea.
Aquel poema de Lorca: “Si muero, / dejad el balcón abierto./ El niño come naranjas. / (Desde mi balcón lo veo). / El segador siega el trigo. / (Desde mi balcón lo siento). ¡Si muero, dejad el balcón abierto!”
Una paloma ha cruzado recreándose, casi galleando, el paso de cebra de la Avenida Menéndez y Pelayo.
Ni ha mirado el contador del semáforo.
No suenan motores. Ni a izquierda ni a derecha.
En frente, en otros tiempos, hubo un cuartel de intendencia -hoy es un edificio funcionarial-: en la esquina de aquel cuartel había una garita donde los jóvenes soldados miraban la noche y fumaban.
Una vecina ensaya, en una de las terapeúticas tertulias de escalera, este chiste: “Sacaré el radiador a la calle con correa y bozal”.
Al teléfono con un amigo norteamericano con residencia en España: cuenta una historia extrañamente feliz. Su hija, de la que ya vivía separado, estudiante adolescente en Italia, no ha podido regresar a Milán y ahora, este golpe de furia contra los humanos, ha hecho que vuelvan a estar juntos sin fecha definida.
The New York Times publica la historia de dos hermanos, Matt y Noah Colvin, del estado de Tennessee que recorrieron 1.300 millas en furgoneta comprando, de todas las grandes superfícies que veían a su paso, miles de botes de Zanitizer. Gel desinfectante; Pvp (hasta) 80 dólares.
Amazon e Ebay intentan frenar la subasta/venta de mascarillas, productos sanitarios y material quirúrgico en la red.
En el China Daily se puede leer que ha reabierto el Museo de Shanghái.
Las autoridades sanitarias consideran que en ese área ha pasado el pico de la pandemia[contexto id=»460724″].
Se mantienen unas medidas muy restrictivas para el acceso, solo se aceptan reservas para visitantes individuales y no más de 300 al mismo tiempo.
El Museo de Shanghái… Ha vuelto a abrir el Museo de Shanghái.