Fondo de reptiles
«Sánchez saca nuestra chequera para hacer ver a las empresas televisivas que no pasarán por ninguna crisis si se portan como es debido»
El Gobierno ha concedido al duopolio televisivo una ayuda de 15 millones de euros. El decreto justifica esta dádiva en que los ingresos por publicidad de las televisiones caen a plomo. Pero en esto no son diferentes de cualquier otra empresa que ha visto cómo su demanda se esfuma con la que será la mayor crisis económica desde la Guerra Civil. Ni el Estado tiene recursos para rescatar a todo el sector privado, ni el Gobierno intención de hacerlo. El único motivo por el que Pedro Sánchez gasta nuestro dinero en sanear las cuentas de los dos grupos que copan la mitad de la audiencia, pero la práctica totalidad de los ingresos publicitarios, es el obsceno e indisimulado deseo de comprarlos.
No se trata sólo de pagar a los fieles siervos que tiene el Gobierno en La Sexta, su voluntad está comprada de antemano. Sánchez saca nuestra chequera para hacer ver a las empresas televisivas que no pasarán por ninguna crisis si se portan como es debido. Si mantienen su fidelidad al proyecto de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
La democracia es otra cosa. Los principios democráticos prevén que los medios de comunicación son parte de la sociedad y están al servicio de la misma. Y que vigilan al poder aunque les ocurra en ocasiones como a los policías corruptos, que de tanto lidiar con el crimen se contaminan de él. Pedro Sánchez ha acabado con eso. Ha subvertido la democracia. Ha comprado a los principales medios de comunicación, que ahora servirán de correa de transmisión de su acción política.
He advertido desde el principio, y no soy el único, de que Pedro Sánchez está dispuesto a liderar una transformación sustancial de nuestra democracia, según las íntimas pero no secretas intenciones de Pablo Iglesias. Y con el apoyo de los nacionalistas, que quieren romper un sistema político que no da respuesta a sus anhelos de corrupción sin límites. El fondo de reptiles de Pedro Sánchez es un paso más hacia la destrucción del régimen del 78.